Al menos 300 personas perdieron la vida a causa de las devastadoras inundaciones que azotaron la provincia de Baghlan, en el norte de Afganistán, según informó el Programa de Alimentos de las Naciones Unidas (PMA). El desastre natural, provocado por lluvias excepcionalmente intensas en las últimas semanas, también afectó a otras regiones del país.
El gobierno interino de los talibanes ha reportado un número menor de víctimas, con 153 fallecidos hasta el momento en varias provincias, incluyendo Baghlan, Takhar y Badakhshan. Sin embargo, se teme que el número de muertos pueda aumentar a medida que se recopila más información.
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Además de Baghlan, otras provincias como Samangan, Faryab, Herat y Ghor también resultaron afectadas, aunque aún no se han proporcionado cifras específicas sobre el número de fallecidos en estas áreas.
El portavoz de los talibanes, Zabiullah Mujahid, expresó su pesar por las pérdidas humanas y anunció la movilización de recursos para llevar a cabo operaciones de rescate. Afganistán, considerado uno de los países más vulnerables al cambio climático, ha sufrido fuertes nevadas, lluvias intensas e inundaciones en las últimas semanas, exacerbando aún más su situación.
Esta tragedia se produce en un momento en que el país enfrenta la interrupción de la ayuda internacional y la congelación de fondos después de la toma de poder de los talibanes en agosto de 2021. En julio de ese mismo año, al menos 260 personas murieron en inundaciones similares en la región de Nuristán, cuando los talibanes aún no controlaban todo el territorio nacional.
