El jueves pasado, el ministro de Transporte del gobierno de España, Óscar Puente, acusó ante afiliados y simpatizantes del Partido Socialista Obrero Español que Javier Milei, presidente de Argentina, consumía “no sé qué sustancias”. Estas declaraciones han abierto una crisis diplomática sin precedentes entre ambas naciones desde que Argentina regresó a la democracia.
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La Oficina del Presidente de Argentina respondió inmediatamente con un severo comunicado en que denuncia que “El gobierno de Pedro Sánchez tiene problemas más importantes de los que ocuparse, como las acusaciones de corrupción que caen sobre su esposa”. Continúa de manera beligerante: “Pedro Sánchez ha puesto en peligro la unidad del Reino, pactando con separatistas y llevando a la disolución de España”. No olvida subrayar la difamación de la que el presidente argentino fue objeto: “La Oficina del Presidente repudia las calumnias e injurias formuladas por el ministro de Transporte y Movilidad Sostenible de España, Óscar Puente, contra Javier Milei”. Concluye afirmando que Milei ha sido elegido de manera mayoritaria por los argentinos, exhibiendo la derrota del PSOE en las elecciones generales de julio de 2023, y añade que “elegimos cambiar el modelo que nos trajo miseria y decadencia, el mismo modelo que aplica el Partido Socialista Obrero Español en su país”.
Periodistas argentinos compararon la presunta corrupción de Begoña Gómez, esposa de Pedro Sánchez, con las peores prácticas del matrimonio Kirchner que gobernó durante lustros el país austral. Presentadores del medio La Nación mostraron su desprecio hacia Óscar Puente: “¿Quién es? Ah, es el ministro de Transportes. No sabía ni quién era?” La molestia de la mayoría de informadores argentinos a causa de esta intromisión es indisimulable.
La oposición en España reaccionó a los insultos del ministro de Transporte pidiendo su dimisión. Alberto Núñez Feijóo, presidente del Partido Popular (PP) se pronunció el sábado 4: “Hoy el señor Puente debería dimitir y ser cesado, pero no va a dimitir ni va a ser cesado, porque Puente y Sánchez disfrutan del lodazal en el que intentan meter a España”. Santiago Abascal, líder de Vox, denunció la actitud victimista del gobierno de Pedro Sánchez ante el duro comunicado emitido por presidencia de Argentina: “en realidad es que estamos ante un nuevo intento de victimización de este gobierno”, para concluir que “Sánchez parece que le ha cogido el gusto a los lloriqueos, a victimizarse”.
Hoy mismo, la portavoz del ejecutivo de Sánchez, Esther Peña, ha vuelto a acusar a Milei de ser toxicómano puesto que hace “cosas muy extrañas que no pasaré a recordar aquí, pero que todos pudieron visualizar”. También el PSOE trató de quitar importancia a las declaraciones del ministro español: “las palabras de Puente se realizan en el marco de una conversación distendida”.
Manuel Adorni, portavoz del gobierno de Milei, ha zanjado la polémica al afirmar que está “terminada”, se trata de “un tema saldado”.