El clima de inseguridad en Morelos, un estado ubicado en el centro-sur de México, ha generado preocupación entre la comunidad periodística y la sociedad en general. Este estado ha sido escenario de diversos actos violentos en los últimos años, incluyendo ataques contra periodistas y personas dedicadas a la comunicación.
El asesinato de Roberto Carlos Figueroa, un reconocido productor y conductor de televisión en Morelos, ha generado indignación y consternación en la comunidad periodística y la sociedad en general. Figueroa, quien trabajaba en el programa «Acá en el Show», fue secuestrado y posteriormente encontrado sin vida con signos de violencia.
El gremio periodístico se reunió en el memorial de víctimas, en la entrada del Palacio de Gobierno en Cuernavaca, para rendir homenaje a su colega y demandar a los tres niveles de gobierno garantizar la libertad y seguridad del ejercicio periodístico en México y en la entidad.
En la protesta, se instó a la Fiscalía de Justicia de la entidad a agilizar las investigaciones para identificar a los responsables del crimen. Se criticó la falta de acción por parte del gobierno estatal y la Fiscalía, acusándolos de no tomar medidas efectivas para detener la ola de crímenes que han convertido a Morelos en uno de los estados más violentos del país.
El caso de Figueroa se suma al atentado contra el reportero Andrés Salas en febrero, lo que evidencia el peligro y la vulnerabilidad que enfrentan los periodistas en la región.
El viernes, Figueroa fue encontrado sin vida con signos de disparos a un costado de la carretera federal México-Cuernavaca, horas después de ser secuestrado. El Gobierno del Estado de Morelos condenó el crimen y expresó sus condolencias a la familia del periodista fallecido.