En una emotiva ceremonia celebrada en el estadio Panathinaikó de Atenas, Grecia, el pasado viernes, la llama de los Juegos Olímpicos de París-2024, encendida el 16 de abril en Olimpia, fue entregada al presidente del comité de organización, Tony Estanguet.
🔥¡La llama olímpica está en camino a París-2024! Tras su encendido en Olimpia, Grecia, el fuego sagrado fue entregado a los organizadores en una conmovedora ceremonia en Atenas. Pronto comenzará su travesía por Francia #París2024 #LlamaOlímpicahttps://t.co/VH9JHhFb1H pic.twitter.com/oJ15KbBJkG
— La Torre News (@latorrenews_mx) April 26, 2024
Te recomendamos: Fuego olímpico ya arde rumbo París 2024
Ahora, la llama emprenderá su próximo viaje a través de Francia, partiendo el sábado a bordo del velero Belem hacia la ciudad de Marsella, donde arribará el 8 de mayo para iniciar su recorrido por todo el país.
En un anuncio hecho por Tony Estanguet durante la ceremonia, se reveló que el nadador Florent Manaudou tendrá el honor de ser el primer portador de la llama al llegar a la ciudad del sur de Francia.
En un periodo de más de dos meses y medio, la llama visitará más de 400 localidades en Francia, culminando su viaje en París el 26 de julio.
Llama olímpica, símbolo emblemático
La llama olímpica es un símbolo emblemático que representa la conexión entre los Juegos Olímpicos modernos y la antigua Grecia, donde se originaron los juegos. Se enciende mediante un reflejo del sol en un espejo parabólico en Olimpia, donde se encuentra el antiguo Estadio Olímpico. Desde allí, la llama comienza su viaje ceremonial hasta la ciudad anfitriona de los Juegos Olímpicos.
Este recorrido de la llama olímpica simboliza la paz, la amistad y la unión entre los pueblos del mundo. A lo largo de su trayecto, la llama pasa por diversas ciudades y comunidades, donde es llevada por relevos de corredores seleccionados, quienes representan la diversidad y la inclusión.
El transporte y la custodia de la llama son cuidadosamente coordinados por el Comité Organizador de los Juegos Olímpicos y las autoridades locales. La llama olímpica es un recordatorio vivo de los ideales y los valores que inspiran el movimiento olímpico, y su llegada a la ciudad anfitriona marca el inicio de los Juegos Olímpicos, llenando de emoción y anticipación a atletas y aficionados de todo el mundo.