La gobernadora Layda Sansores dio por terminado el diálogo con la comisión representante de los más de mil policías en «rebeldía» desde el 16 de marzo, asegurando que quienes deseen reintegrarse serán bienvenidos, pero los acuerdos se realizarán sin intermediarios.
Durante su programa «Martes del Jaguar», Sansores renovó sus acusaciones contra los policías amotinados, tildándolos de corruptos y acostumbrados a la extorsión. Afirmó además que dos líderes del movimiento acumularon propiedades durante su tiempo como comandantes municipales.
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Adicionalmente, los responsabilizó de colgar una manta con un mensaje amenazante hacia la secretaria de Protección y Seguridad Ciudadana, Marcela Muñoz Martínez, en un puente del periférico de la ciudad. Aunque afirmó tener imágenes de las cámaras de vigilancia, optó por no presentarlas.
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A pesar del amparo que protege a los policías de estas acusaciones y de ser exhibidos en programas de televisión, Sansores mantuvo su narrativa de que el movimiento está manipulado por partidos políticos, especialmente por el candidato a senador Eliseo Fernández Montufar de Movimiento Ciudadano.
La gobernadora minimizó la reciente concentración ciudadana que pidió la renuncia de Muñoz Martínez y la suya propia, llamándola «una marchita» y acusando que los participantes fueron pagados y movilizados desde Tabasco como «turismo electoral».
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Afirmó que dicho evento fue un acto de campaña prematuro, ya que los asistentes corearon consignas políticas en lugar de abogar por las demandas de los policías, además de incurrir en violaciones a la ley electoral al solicitar firmas y copias de credenciales de elector.
A pesar de la prolongada crisis institucional, Sansores aseguró que «todo está bien» y reiteró que los policías pueden dialogar sin intermediarios.