Javier González, director general de Logística de Petróleos Mexicanos (Pemex), afirmó que las pruebas de estanqueidad y de inspección interna realizadas en el conducto de la empresa, ubicado a 500 metros del pozo Alfonso XIII, no revelaron ninguna grieta, filtración o conexión clandestina.
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El pozo situado en la alcaldía Álvaro Obregón, fue clausurado y saneado la semana pasada por las autoridades del Sistema de Aguas de la Ciudad de México (Sacmex), luego de detectar que el agua potable proveniente de él contenía aceites y lubricantes, lo que ha afectado a residentes de diversas colonias de Benito Juárez, en la zona limítrofe entre ambas demarcaciones. Desde hace dos semanas, los vecinos han reportado un olor a combustible en el vital líquido que llega a sus hogares.
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Después de la clausura del pozo, el personal de Pemex llevó a cabo pruebas de presión en el ducto, así como una inspección interna mediante un equipo especial de fotografía y video.
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Durante el informe proporcionado ayer por las autoridades de la capital, el director de Logística de Pemex señaló que realizaron nuevas pruebas, concluyendo que la sustancia presente en el agua es una mezcla de diferentes aceites y otros componentes degradados. Confirmó que se trata de una sustancia perteneciente a la familia de los aceites y lubricantes.
«Es relevante destacar que, para llegar a esta conclusión, se llevaron a cabo análisis tan detallados que demostraron la mínima concentración de este compuesto en el agua, la cual era indetectable en las pruebas iniciales», subrayó el funcionario.
