La última edición del Clásico Regio, disputado entre los equipos de Monterrey y Tigres, no solo concluyó con un empate en el estadio BBVA, sino que también dejó una serie de incidentes violentos, incluido el incendio de un restaurante en Escobedo.
Te puede interesar: Tigres y Columbus Crew empatan en un partido marcado por el clima y la polémica
Según reportes de las autoridades locales, aficionados del Monterrey fueron responsables de incendiar una marisquería en Escobedo al lanzar un petardo contra la palapa del establecimiento después del partido, que terminó 3-3. El fuego se propagó rápidamente, resultando en la destrucción total del lugar. Bomberos de Nuevo León intervinieron para extinguir las llamas y asegurar el área. El propietario del restaurante identificó al menos a dos hombres con indumentaria del club Monterrey como los causantes del siniestro.
Además del incendio, se reportó una riña significativa a las afueras del estadio BBVA, involucrando a policías municipales de Guadalupe y miembros del grupo de animación del Monterrey, conocido como Adicción, con al menos 30 detenidos por posesión de objetos sospechosos. Otro incidente desagradable ocurrió durante el partido, cuando un fanático de Tigres fue visto orinando en un vaso de cerveza y arrojándolo sobre aficionados del equipo rival.
El partido en sí fue un encuentro emocionante y disputado, con ambos equipos intercambiando goles hasta el último momento, cuando Germán Berterame anotó para Monterrey asegurando el empate. Con este resultado, Monterrey ascendió al tercer lugar de la tabla con 29 puntos, mientras que Tigres se colocó en la séptima posición con 25 puntos.
Estos incidentes violentos han sido condenados por la comunidad deportiva y han empañado el espíritu deportivo del Clásico Regio, uno de los encuentros más esperados del fútbol mexicano.