Al menos seis personas perdieron la vida tras ser apuñaladas en un centro comercial de Sidney en un incidente que dejó a otras ocho personas heridas, luego de lo cual el presunto agresor fue abatido a tiros por las autoridades policiales australianas.
De acuerdo con el reporte policial, el atacante ingresó al concurrido centro comercial Westfield Bondi Junction alrededor de las 15:10 horas, salió brevemente y regresó aproximadamente diez minutos después, momento en el que comenzó a atacar a varias personas con un cuchillo.
Las heridas provocaron la muerte instantánea de cuatro mujeres y un hombre, mientras que otra mujer apuñalada falleció horas más tarde en el hospital. Además, otras ocho personas están siendo atendidas en hospitales de la ciudad, entre ellas un bebé de nueve meses que fue sometido a una cirugía de emergencia.
Ante la llamada de alerta, una inspectora de la Policía se presentó en el lugar, donde se encontró con el agresor, quien se volvió hacia ella con un cuchillo en la mano. En respuesta, la agente «disparó un arma de fuego» contra él. A pesar de los intentos de reanimación por parte de la agente y el personal médico, el sospechoso falleció en el lugar.
El incidente generó una gran conmoción en todo el país, con cientos de personas siendo evacuadas del centro comercial.
Karen Webb, comisaria de la Policía de Nueva Gales del Sur, informó en una conferencia de prensa que, hasta el momento, no hay indicios de que el agresor estuviera motivado por «alguna idea», descartando así la posibilidad de que se tratara de un acto terrorista.
«Creemos que esta persona actuó sola y, en este momento, no hay amenazas directas a la comunidad», agregó Webb, señalando que no hay indicios de que el agresor planeara atacar a una persona específica.
El centro comercial permanecerá cerrado al público durante el día domingo mientras la Policía continúa con las investigaciones.
Papa Francisco expresa pesar
El papa Francisco expresó su profundo pesar por la «tragedia sin sentido» que resultó del ataque con cuchillo perpetrado por un individuo en un centro comercial de Sídney, Australia, donde al menos seis personas perdieron la vida.
«Su Santidad el papa Francisco se siente profundamente entristecido al enterarse del violento ataque ocurrido en Sídney, y envía su cercanía a todos los afectados por esta tragedia sin sentido, que ahora lamentan la pérdida de sus seres queridos», se menciona en un telegrama dirigido al reverendo Anthony Fisher, arzobispo de Sídney.
El Santo Padre «eleva sus oraciones por los fallecidos, los heridos y por los socorristas, y solicita para la nación las bendiciones divinas de consuelo y fortaleza», se agrega en el comunicado suscrito por el secretario de Estado, el cardenal Pietro Parolin, en representación de Francisco.
