Mikel Arriola, presidente de la Liga MX, ha sido claro: la Liga solo se responsabiliza de la violencia que se genera dentro de los estadios. Lo que ocurra fuera de ellos, es competencia de las autoridades locales.
Más de 200 mil elementos de seguridad se despliegan en cada jornada de la Liga MX para prevenir la violencia. Arriola asegura que la mejor manera de evitarla es disuadirla en el momento en que se genera.
«Cero tolerancia» a la violencia es la política de la Liga MX, según Arriola. «Se han aplicado acciones correctivas» para controlar este problema. Las declaraciones de Arriola se dieron al término de una reunión en Guadalajara donde se abordaron temas de seguridad en todas las competiciones de la Liga MX: Primera División, Liga MX Femenil y Liga de Expansión.
El pasado 17 de abril, después del encuentro entre Atlas y Rayados, se registraron actos de violencia entre aficionados de ambas aficiones en las calles aledañas al Estadio Jalisco. La Liga MX no interviene en este tipo de situaciones, ya que se consideran fuera de su ámbito de responsabilidad.
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La postura de la Liga MX ha generado controversia. Algunos sectores consideran que la Liga debería responsabilizarse de la seguridad de los aficionados antes, durante y después de los partidos, independientemente de dónde se encuentren. La seguridad en el fútbol mexicano es un tema complejo que requiere un enfoque integral por parte de la Liga MX, las autoridades locales y los propios aficionados.