En el marco del primer debate presidencial, Xóchitl Gálvez presentó un conjunto diverso de propuestas en áreas clave como seguridad, economía, educación y salud, contrastando con los proyectos de otras coaliciones.
La candidata de la coalición Fuerza y Corazón por México, integrada por los partidos Acción Nacional (PAN), Revolucionario Institucional (PRI) y de la Revolución Democrática (PRD), ha coincidido en ciertas ideas con sus adversarios, aunque también ha marcado su propio rumbo.
Antes del encuentro, Gálvez se comprometió fervientemente a mantener los programas sociales establecidos por el gobierno anterior, incluso prometió fortalecerlos, llegando al punto de afirmar este compromiso con su propia sangre. Sin embargo, también expresó su intención de terminar con la estrategia de «abrazos, no balazos» implementada por la administración actual.
En este sentido, propuso la construcción de una ‘megacárcel’ como parte de una política de combate frontal contra el crimen organizado, inspirada en acciones tomadas en otras naciones como El Salvador.
En el ámbito de la salud, Gálvez planteó la iniciativa de la tarjeta «Mi Salud», que permitiría a los ciudadanos acceder a medicamentos en instituciones privadas en caso de no obtenerlos en hospitales gubernamentales. Destacó su compromiso con la tecnología como herramienta para mejorar la eficiencia del sistema de salud.
Durante el debate, la candidata también se distanció de acusaciones de pertenecer a la «vieja política», enfatizando su enfoque en el uso de nuevas tecnologías para mejorar la atención a la población.
En cuanto a educación, Gálvez propuso la creación de nuevas escuelas de tiempo completo, estancias infantiles y programas de becas universales desde el preescolar hasta la preparatoria, destacando su propia experiencia beneficiada por la educación pública.
En el ámbito laboral, la candidata lamentó las condiciones de los maestros en el país y prometió apoyar la alimentación digna y el acceso a internet para los alumnos de escuelas públicas.
En su enfoque en el combate a la corrupción, Gálvez abogó por la transparencia en la asignación de contratos gubernamentales y la supervisión rigurosa de los fondos públicos, proponiendo la eliminación de las adjudicaciones directas y la creación de una «caja de cristal» para los contratos otorgados por el gobierno.
En cuanto a derechos humanos, se comprometió a eliminar la impunidad en casos de violencia de género y a impulsar medidas para garantizar la seguridad y los derechos de la comunidad LGBTQ+, incluyendo la prohibición de terapias de conversión y la promoción de leyes contra los crímenes de odio.
Con un total de 367 propuestas de campaña, Xóchitl Gálvez Ruiz demostró un enfoque multifacético y una firme determinación para abordar los desafíos que enfrenta México en diversos ámbitos, desde la seguridad hasta la educación y los derechos humanos.