El líder de Rusia, Vladimir Putin, se presentó ayer por primera vez después del ataque del día anterior en el recinto de eventos Crocus City Hall en Moscú, para confirmar la detención de los cuatro ejecutores directos del horrendo suceso, así como otras siete personas relacionadas.
En un vídeo publicado por el portal oficial del Kremlin, Putin condenó este «acto terrorista, sanguinario y brutal», que cobró más de 133 vidas y dejó aproximadamente 140 heridos, elogiando la labor tanto de las fuerzas de seguridad como de los equipos de rescate y los ciudadanos comunes que socorrieron a los sobrevivientes.
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El presidente ruso anunció que el día de hoy, 24 de marzo, será observado como día de duelo nacional, al mismo tiempo que declaró «medidas adicionales antiterroristas y antisabotaje» para «prevenir que aquellos responsables de esta carnicería cometan un nuevo delito».
Los individuos bajo sospecha fueron trasladados en dos vehículos de transporte de prisioneros, que aún se encuentran en el recinto del comité, según informó un reportero de TASS. Esto indica que están siendo interrogados y que la investigación está en curso, según los informes de TASS, que difundieron imágenes de los interrogatorios. Las autoridades reportaron la detención de once personas relacionadas con el atentado en la región de Briansk, limítrofe con Ucrania y Bielorrusia. Uno de los detenidos confesó que les prometieron «medio millón de rublos», aproximadamente 5 mil euros, por participar en el ataque. Las detenciones fueron el resultado de una operación conjunta entre el FSB y miembros del regimiento checheno Ajmat, según anunció poco después el líder de Chechenia, Ramzan Kadirov, quien mencionó que la intervención comenzó alrededor de las 3:00 de la mañana.
Las autoridades rusas reportaron 11 detenciones, de las cuales cuatro son perpetradores directos.
Los informes indican que los sospechosos son extranjeros, sin especificar su nacionalidad, pero, según medios rusos y el diputado Alexandre Jinstein, algunos detenidos son originarios de Tayikistán, una antigua república soviética, limítrofe con Afganistán, donde el grupo Estado Islámico (EI) ha reclamado responsabilidad por el atentado.
El automóvil que utilizaron era un Renault Logan de color blanco, presumiblemente el mismo con el que llegaron al Crocus City Hall alrededor de las 20:00 del viernes, hora local de Moscú.
Posteriormente, huyeron en el mismo vehículo, logrando llegar a la autopista de Kiev hasta la altura de Jatsun, a unos 100 kilómetros de la frontera con Ucrania.
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El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, respondió acusando a Putin de intentar «culpar» a Ucrania, que lleva dos años luchando contra la ofensiva rusa. En este contexto, Rusia afirmó ayer que repelió un ataque con diez misiles ucranianos, cuyos escombros hirieron a dos personas, dirigido contra la ciudad de Sebastopol, en la península anexionada de Crimea, según declaró su gobernador.
