La OMS calcula que el 4% de la población mundial padece este trastorno.
Las personas que están sometidas a situaciones de estrés de forma constante pueden presentar alteraciones emocionales o psiquiátricas que progresan a problemas más serios como ansiedad y depresión, según el Instituto Nacional de Psiquiatría “Ramón de la Fuente Muñiz” (INPRFM).
Los problemas de salud mental generados por el estrés, tales como la ansiedad y la depresión, son prevenibles, pero deben diagnosticarse de manera oportuna para poder prevenirse.
La ansiedad en particular, para muchas personas dedicadas al estudio de la salud mental, se trata de una emoción sana que ayuda a ver el peligro, algo que puede llegar a estar mal. Sin embargo, necesita poder gestionarse en etapas iniciales antes de que se convierta en situaciones más grandes, como “ataques de pánico”, que no permitan relacionarse de forma regular con la realidad.
¿Cómo actuar ante la ansiedad?
Hielo en la nuca
Esto hace que el cuerpo balancee ese exceso de ansiedad, y pueda volver a un estado de calma.
Escribir
A veces queremos no pensar y eso produce que pensemos más. Escribir ayuda a “bajar” información que está en la cabeza y dejamos de “rumiar” constantemente.
Respiraciones
Son muy importantes en momentos de ansiedad, siempre y cuando hayan sido practicadas antes en una situación de paz, porque al respirar profundamente se asocia con esa experiencia vivida anteriormente.
Regresar a la realidad
Tomar un objeto, observarlo y describirlo. Ver su forma, colores, si está dividido en partes o es una sola pieza, de qué materiales está hecho, si es un objeto pesado, liviano, cálido, frío, etc. Cuanto más profunda sea la definición de ese objeto, más tiempo se va a poder estar en tiempo presente, en el aquí y ahora.
Es muy importante actuar para la prevención; la exposición controlada a situaciones de estrés, así como su manejo y gestión adecuada ayuda a evitar llegar a momentos de pensamientos negativos y catastróficos, mejorando nuestra salud mental en general.
