Un día como hoy (14 de marzo), pero de 1883, murió el pensador Karl Marx.
El pensador alemán se equivocó en muchas cosas: sus predicciones sobre el fin del capitalismo o el surgimiento de una sociedad sin clases, ideas que parecen poco realistas hoy en día. Muchas de sus teorías han terminado asociadas al totalitarismo, la falta de libertad y los asesinatos masivos: Marx ha sido una figura divisiva.
Pero hay otra faceta de Marx; algunas de sus nociones han contribuido a que el mundo sea un lugar mejor. Acertó en algunas cosas: un pequeño grupo de personas ultrarricas domina la economía global, el sistema capitalista es volátil y nos asusta a todos con sus cíclicas crisis financieras, y la industrialización ha cambiado las relaciones humanas para siempre.
Haciendo una evaluación: ¿Marx sigue vigente? Éstas son algunas razones por las que lo es; pero además, por las que vale la pena seguir construyendo un mundo a partir de sus ideas legadas.
1. Creía en el tiempo libre
Marx escribió sobre cómo, para sobrevivir en una sociedad capitalista, la mayor parte de la gente se ve obligada a vender lo único que tiene (su trabajo) a cambio de dinero. A menudo esta transacción es desigual, lo que puede llevar a la explotación y a la alienación: el individuo puede terminar sintiendo que ha perdido su humanidad.
Marx quería más para los trabajadores: deseaba que fuésemos independientes, creativos, y sobre todo, dueños de nuestro propio tiempo.
2. Quería enviar a los niños a la escuela, no al trabajo
Una de las 10 medidas del Manifiesto Comunista de Marx y Engels era la educación gratuita para todos los niños en las escuelas públicas y la abolición del trabajo infantil en las fábricas.
Marx y Engels no fueron los primeros en abogar por los derechos de los niños, pero el marxismo contribuyó a este debate en ese periodo de fines del siglo XIX.
3. Pensaba que no todo se trata de dinero, sino de satisfacción
En uno de sus primeros libros, «Manuscritos de 1844», Marx fue uno de los primeros pensadores que relaciona la satisfacción laboral con el bienestar.
Según él, ya que pasamos tanto tiempo en el trabajo deberíamos obtener algo de felicidad de nuestra labor. Buscar belleza en lo que has creado o sentir orgullo por lo que produces te llevará a la satisfacción laboral que necesitas para ser feliz.
4. Cambiar aquello que no puede soportarse
Karl Marx creía en la transformación y animaba a los demás a impulsarla. La idea se volvió muy popular.
Si hoy en día eres uno de esos individuos que creen en el cambio social, probablemente reconozcas el poder del activismo. Marx también fue un activista: creó la Asociación Internacional de Trabajadores y estuvo involucrado en campañas de apoyo a trabajadores que estaban en huelga.
El verdadero legado del gran pensador alemán es que hoy tenemos una tradición de luchar por el cambio.
5. Vigilar el resultado de la unión empresas-Estado-medios
Marx y Engels analizaron con mucho cuidado las redes de cooperación que existían en los tiempos que vivieron entre gobiernos, bancos, empresas y los agentes clave de la colonización
Ambos concluyeron que si una práctica, deplorable o no, resultaba ser buena para los negocios y para el Estado (por ejemplo, la esclavitud como medio de promover el impulso colonial), entonces la legislación sería favorable al respecto.
Marx también estudió los artículos que se publicaban y llegó a la conclusión de que cuando los pobres cometían delitos, aunque fuesen menores, tenían mayor cobertura que los escándalos políticos o los crímenes de las clases altas.
En pleno Siglo XXI, la vigencia de un pensador que vivió hace más de cien años parece una locura, pero la vigencia de sus ideas permite comprender que el estado actual de las cosas es injusto, hay actores responsables y lo mejor: que puede cambiarse.