En la víspera del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, el Zócalo de Ciudad de México se vistió de un simbolismo conmovedor. Activistas y familiares de víctimas de feminicidio llenaron este emblemático lugar con cerca de mil «lápidas» marcadas con la palabra «feminicidio», como un llamado de atención a las autoridades mexicanas sobre la persistencia de este crimen en el país.
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Las cartulinas rosas y las veladoras se erigieron como homenaje a las mujeres que han perdido la vida debido a la violencia de género. Este gesto, liderado por activistas y apoyado por familiares, busca recordar la urgencia de abordar el problema del feminicidio en México.
La iniciativa fue impulsada por Irinea Buendía, madre de Mariana Lima Buendía, cuyo caso de feminicidio se convirtió en un símbolo de lucha. Mariana fue víctima de feminicidio en 2010, y después de una larga batalla judicial, su esposo fue condenado a 70 años de prisión, marcando un precedente importante en la lucha contra la impunidad en casos de violencia de género.
Este emotivo acto se realiza en un contexto preocupante: según un informe de la organización Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI), en México se registran 39 violaciones sexuales a mujeres cada día. Además, las estadísticas oficiales muestran que en 2023 se reportaron 827 feminicidios, y en 2022, 959.
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El análisis realizado por MCCI revela que, en la última década, se han registrado en promedio 33 mil delitos sexuales al año en el país, lo que equivale a 90 casos diarios. Estas cifras son alarmantes y subrayan la urgencia de tomar medidas efectivas para erradicar la violencia de género en México.
El Zócalo de Ciudad de México, el corazón simbólico y político del país, se convierte así en un espacio de memoria y protesta, donde las lápidas sirven como recordatorio de las vidas perdidas y como llamado a la acción para garantizar la seguridad y la dignidad de todas las mujeres mexicanas.
