Desde el asesinato del presidente haitiano Jovenel Moise, un magnicidio que ha resultado en más de 40 detenidos, tres de ellos sentenciados a cadena perpetua. Sin embargo, el motivo y el cerebro detrás de este crimen continúan siendo un enigma tanto para los haitianos como para el mundo.
La noche del fatídico 7 de julio de 2021, Moise y su familia fueron sorprendidos en un plan inicial de secuestro, según testimonios de algunos de los condenados. No obstante, una vez bajo su control, optaron por acabar con su vida, presuntamente como parte de un plan para ascender al poder. En ese momento, Moise enfrentaba una crisis debido a la presión de la oposición que exigía su renuncia, argumentando que su mandato había caducado.
A pesar de haber destituido al primer ministro Claude Joseph y nombrado a Ariel Henry, la tragedia sumió a Haití en una profunda crisis política, social y económica de la que aún no ha logrado recuperarse. El ataque fue perpetrado por un grupo de 28 mercenarios, la mayoría de ellos colombianos, quienes permanecen detenidos en Haití a la espera de un juicio.
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El exmilitar colombiano Germán Rivera, condenado por los Estados Unidos a cadena perpetua, fue identificado como el reclutador de los mercenarios. Además de Rivera, el exsenador haitiano Joseph Joel John y el ciudadano haitiano-chileno Rodolphe Jaar también fueron condenados a cadena perpetua este año. Recientemente, el ex informante de la DEA Joseph Vincent se declaró culpable y también enfrenta una posible sentencia de cadena perpetua.
Una investigación del The New York Times sugiere que Moise fue asesinado por iniciar un plan antidrogas que implicaba la identificación de narcotraficantes buscados por los Estados Unidos. Sin embargo, hay versiones que sugieren motivaciones políticas detrás del crimen, implicando a los condenados en los Estados Unidos como los presuntos autores intelectuales en un plan para tomar el poder en Haití.
Hasta el momento, el verdadero responsable de planificar el atentado no ha sido revelado, y las autoridades haitianas han investigado incluso al primer ministro Ariel Henry y al ex canciller Claude Joseph, quienes disputaron el control del país después del magnicidio.
