Las sólidas victorias del exmandatario de los Estados Unidos, Donald Trump (2017-2021), en las primarias de Iowa, Nuevo Hampshire, Carolina del Sur y Míchigan lo han catapultado hacia la nominación republicana para las elecciones presidenciales. Ahora, el estado de California podría ser la pieza clave para asegurar su dominio sobre su rival, Nikki Haley.
El próximo martes 5 de marzo marca un hito en el calendario electoral estadounidense con el conocido «Supermartes», donde se distribuirán un total de 874 delegados para la Convención del Partido Republicano, 169 de los cuales provienen de California.
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A pesar de ser un estado tradicionalmente demócrata, California ha sido modificado por los aliados de Trump el año pasado, alterando la normativa que dictaba la proporcionalidad en la distribución de delegados. Ahora, si un candidato logra más del 50 % de los votos, puede asegurarse la totalidad de los delegados.
Aunque Trump perdió en California en las elecciones de 2020 ante el presidente demócrata Joe Biden, su historial en las primarias muestra un patrón de victoria.
Los sondeos recientes muestran a Trump con una amplia ventaja sobre Haley, y un resultado adverso para esta última en el «Supermartes» podría significar su derrota definitiva.
La posibilidad de que Trump gane en noviembre en California es remota, sin embargo, una victoria en las primarias sería un golpe significativo para Biden, cuya aprobación ha caído considerablemente. Además, el peso de California en el total de delegados en juego es crucial para asegurar la nominación del partido republicano.
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A pesar de los desafíos legales que enfrenta Trump, su avance en las primarias del «Supermartes» podría tener un gran impacto simbólico en la percepción pública sobre su liderazgo y sus disputas legales pendientes.