El cambio climático es un problema global que tiene un impacto negativo en la salud humana. En el caso del embarazo, los cambios climáticos pueden provocar una serie de amenazas para la salud de la madre y el bebé.
Algunos de los principales riesgos del cambio climático durante el embarazo son:
Deshidratación e insuficiencia renal: Los eventos de calor extremo, que son cada vez más frecuentes debido al cambio climático, pueden provocar que las mujeres embarazadas se deshidraten. Esto puede conducir a complicaciones graves, como la insuficiencia renal.
Parto prematuro: Las mujeres embarazadas expuestas a altas temperaturas tienen un mayor riesgo de parto prematuro.
Desarrollo fetal anormal: La exposición a la contaminación del aire y otros contaminantes ambientales puede provocar problemas de desarrollo fetal, como defectos de nacimiento.
Enfermedades crónicas: Las mujeres embarazadas expuestas a los efectos del cambio climático tienen un mayor riesgo de desarrollar enfermedades crónicas, como la diabetes y la enfermedad cardíaca.
¿Cómo prevenir las amenazas del cambio climático durante el embarazo?
Hay una serie de cosas que las mujeres embarazadas pueden hacer para reducir su riesgo de exposición a los efectos del cambio climático:
Evitar las actividades al aire libre durante los días calurosos.
Bebe mucha agua para mantenerse hidratada.
Proteja su piel del sol con ropa y protector solar.
Limite su exposición a la contaminación del aire.
Acciones estructurales para reducir el cambio climático
Además de las medidas individuales, es necesario tomar acciones estructurales para reducir el cambio climático. Estas acciones incluyen:
Reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
Invertir en energías renovables.
Proteger los ecosistemas.
El cambio climático es un problema complejo que requiere un esfuerzo global para resolverlo. Al tomar medidas individuales y estructurales, podemos ayudar a proteger la salud de las mujeres embarazadas y sus bebés.
Por: Patricio Álvarez.
