La reconocida fotógrafa presenta una exposición en el Museo de Arte Moderno en donde la piel se convierte en paisaje abstracto
En el Museo de Arte Moderno (MAM), se presenta De viento y materia, exposición individual de Maritza López, la cual permite adentrarse en el trabajo de estudio de la fotografía de desnudo que la autora ha realizado durante más de cuatro décadas. Composiciones sumamente cuidadas y un trabajo preciso, tanto de iluminación como de laboratorio, son parte de los ingredientes que hacen posible este cuerpo de obra.
Maritza López. De viento y materia es una muestra que gira en torno a la luz y múltiples imaginarios que detonan los cuerpos como espacios de evocación poética. Donde la piel en ocasiones se convierte en un paisaje abstracto o bien los personajes nos insinúan narraciones de mundos ilusorios y realidades paralelas en los que nos vemos sumergidos con una simple mirada.
“La selección de las 30 obras exhibidas nos permite acceder a una de las vertientes menos conocidas de la autora: el trabajo de estudio en torno a la fotografía de desnudo, que Maritza ha realizado durante más de cuatro décadas, se da cita aquí, un conjunto de piezas que giran en torno al cuerpo, la luz y los múltiples imaginarios que detona el cuerpo como espacio de evocación poética. Con esta muestra el MAM fomenta el reconocimiento de extraordinarias mujeres, sobre cuya obra ha quedado pendiente la reflexión y el diálogo a mayor profundidad”, afirmó la directora del MAM, Natalia Pollak.
Por su parte, Maritza López, agradeció que el MAM haya abierto este espacio, desde la exposición de Imaginaciones radicales que se realizó hace algunos meses, a nuevos temas con gran audacia y nuevos autores. “Toda esta travesura del desnudo masculino se inició en los setenta con la Revista Eros que en aquel momento intentaba hacer desnudo femenino, masculino y de pareja, algo que ya se había hecho en Estados Unidos por la Revista Viva. Desafortunadamente por la censura solo duramos 10 números y a mí se me quedó el virus de la fotografía de desnudo.
“Siempre traté de que mi trabajo fuera muy cuidado y era muy estricta en mis fotografías y en las técnicas de laboratorio. Tuve grandes modelos, como bailarines, coreógrafos, artistas visuales y la invitación de la curadora Katnira Bello para realizar esta exposición me emocionó, fue un gran trabajo, revisamos mucho material y agradezco al museo por la invitación y por la apertura”, afirmó.