El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) ha presentado un conjunto de modificaciones a la constitución que incluye la prohibición del empleo y comercialización de vapeadores en México.
Esta medida tiene como objetivo salvaguardar la salud de la población, especialmente la de los jóvenes, frente a los riesgos asociados con el consumo de estos dispositivos.
La propuesta de AMLO se encuentra en conflicto con la resolución emitida en diciembre de 2023 por la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), la cual declaró inconstitucional el decreto que prohibía la circulación y comercialización de los sistemas electrónicos de administración de nicotina (SEAN), como los cigarrillos electrónicos y los vapeadores, así como las soluciones y mezclas utilizadas en dichos sistemas.
La Secretaría de Salud ha expresado su profunda preocupación y desacuerdo respecto al fallo de la SCJN, argumentando que el decreto se basaba en evidencias científicas y en el principio de precaución, ante la falta de estudios que demuestren la seguridad y eficacia de los SEAN como alternativa al tabaquismo.
Según datos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), en la actualidad, 21 países de las Américas regulan de alguna manera los SEAN. De ellos, ocho, incluyendo a México, están trabajando en la prohibición de su venta, mientras que los otros 13 han adoptado parcial o totalmente una o más medidas regulatorias, aunque sin un enfoque uniforme. Además, 14 estados aún no han implementado regulaciones sobre estos productos.
En México, según la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), al menos 5.02 millones de personas entre 12 y 65 años han usado alguna vez un vapeador, mientras que 975 mil lo consumen regularmente. También se ha observado que 938 mil adolescentes han probado estos dispositivos y 160 mil son consumidores habituales, siendo los hombres los que los utilizan en una proporción 2.5 veces mayor que las mujeres.
Los vapeadores son particularmente populares entre los adolescentes y constituyen la forma más común de consumo de tabaco entre los jóvenes en Estados Unidos. Factores como la facilidad para adquirirlos, la atractiva publicidad, la variedad de sabores de los e-líquidos y la creencia de que son menos perjudiciales que los cigarrillos tradicionales contribuyen a su popularidad.
Una encuesta realizada por el Instituto Nacional de Salud (NIH) entre estudiantes de secundaria reveló que uno de cada cuatro adolescentes había practicado el «goteo» o dripping con los cigarrillos electrónicos, una técnica en la que se colocan gotas del e-líquido directamente sobre serpentines atomizadores precalentados para producir y inhalar vapores más densos.
Los adolescentes señalaron hacerlo para obtener un vapor más espeso (63.5%), mejorar los sabores (38.7%) y experimentar una sensación más intensa en la garganta (27.7%).
La propuesta de prohibir el uso y venta de vapeadores por parte del presidente de México ha generado un intenso debate entre sus defensores y detractores. Mientras algunos argumentan que son una herramienta efectiva para dejar de fumar y tienen menos efectos nocivos que los cigarrillos convencionales, otros sostienen que representan una puerta de entrada al tabaquismo y están asociados con enfermedades respiratorias, cardiovasculares y cáncer.