Nueve gobernaturas en juego
Finalmente, el Comité Ejecutivo Nacional de Morena dio su visto bueno a la convocatoria para definir el proceso de elección de candidatos a las 9 gobernaturas en juego a cada una de las cuales se ha dirigido una “Convocatoria al proceso interno para la designación de la Coordinación de Comités de Defensa de la Transformación”: Ciudad de México, gobernada por Martí Batres de Morena; Chiapas, por Rutilio Escandón de Morena; Guanajuato, dirigido por Diego Sinhue Rodríguez del Partido Acción Nacional; Jalisco, por Enrique Alfaro de Movimiento Ciudadano; Morelos, por Cuauhtémoc Blanco del Partido Encuentro Social; Puebla, por Sergio Salomón de Morena; Tabasco, por Carlos Manuel Merino de Morena; Veracruz, por Cuitláhuac García de Morena; y Yucatán, gobernada por Mauricio Vila de Acción Nacional. Cada Consejo Estatal elegirá entre los postulantes registrados a dos hombres y dos mujeres. Por su parte, la Comisión Nacional de Elecciones del partido validará las propuestas reservándose el derecho a determinar la inclusión de perfiles según consigna el estatuto en el artículo 6º Bis: “La Comisión Nacional de Elecciones valorará la trayectoria de quienes aspiren a la candidatura de un cargo interno o de elección popular (sus antecedentes políticos, atributos éticos y afinidad con las causas del partido y las transformaciones que promueve)”. Se informa, además, que cuatro candidaturas serán encabezadas por mujeres y cinco por hombres. El documento recoge que los candidatos no tienen obligación de renunciar al cargo que ocupan. Los aspirantes no deben militar necesariamente en Morena, pues se acepta a externos. Se prohíben actos anticipados de campaña, como uso de espectaculares, utilización de programas sociales o actuación interesada de servidores públicos.
En líneas generales estos son los factores que contempla la convocatoria para definir candidaturas a gobernaturas de Morena para las elecciones de 2024. Llama la atención la proscripción del uso de espectaculares cuando para la elección del candidato presidencial fue recurso acostumbrado de Claudia Sheinbaum y Adán Augusto López. También sorprende la prohibición de utilizar programas sociales, no solo porque está vetado por la Constitución a iniciativa de López Obrador y castigado con inhabilitación de ejercer cargo público, sino porque en el reciente proceso de las corcholatas todos los aspirantes hicieron uso de los programas sociales. No menos curiosa es la advertencia a que los servidores públicos guarden su imparcialidad. En el último proceso, asistimos a una cargada de gobernadores organizada por parte de Palacio Nacional para favorecer a Claudia Sheinbaum.
Todo tipo de artimañas están permitidas
Si aceptamos como referencia la elección del candidato a la presidencia de Morena, los puntos anteriores están dirigidos al público desprevenido, pero no a los aspirantes puesto que ha quedado demostrado que todo tipo de artimañas están permitidas para hacerse con la candidatura, sobre todo si el infractor cuenta con la preferencia de la dirigencia del partido. Mario Delgado vuelve a desplegar doble discurso: uno destinado a los ciudadanos a fin de limpiar la imagen de Morena y otro, orientado hacia el partido en que cada aspirante sabrá a qué atenerse.