La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) ha emitido una serie de recomendaciones ante la alerta mundial sobre el resurgimiento del brote de sarampión, enfermedad viral aguda, contagiosa y grave, tras la advertencia de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Recientemente, la OPS emitió una alerta epidemiológica para América Latina debido al aumento de casos positivos de sarampión. Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos, actualmente podrían existir nueve millones de casos positivos en el mundo, con 136,000 defunciones.
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En los últimos dos años, las autoridades de salud han reportado 31,685 casos positivos en Europa, 1,515 en Estados Unidos (en los últimos cinco años) y 196 en México (únicamente en 2020).
La @Gaceta_UNAM publica hoy: Resurgimiento del sarampión. Recomendaciones. ?https://t.co/11Z70YtsgU
— UNAM (@UNAM_MX) February 8, 2024
El sarampión es una enfermedad vírica altamente contagiosa que afecta principalmente a los niños y se transmite a través de las gotículas de la nariz, boca y faringe de las personas contagiadas. Sus síntomas suelen aparecer entre 8 y 12 días después de la infección e incluyen fiebre alta, rinorrea, inyección conjuntival y pequeñas manchas blancas en la cara interna de la mejilla. Posteriormente, puede evolucionar a un exantema que se extiende por el cuerpo.
Las complicaciones del sarampión pueden ser graves e incluir ceguera, encefalitis, diarrea intensa, infecciones del oído y neumonía.
Ante este panorama, la UNAM ha emitido las siguientes recomendaciones:
- Vacunar a los menores de edad contra el sarampión.
- Evitar el contacto directo con personas contagiadas.
- En caso de sospecha de contagio, evitar permanecer en aglomeraciones y acudir al médico.
- Al toser o estornudar, cubrir la nariz y boca con el antebrazo.
- Lavarse las manos frecuentemente.
- Contar con todas las vacunas recomendadas. En México, la vacuna contra el sarampión se aplica desde 1970, y en 1998 se sustituyó por la vacuna triple viral que protege contra sarampión, rubéola y parotiditis, incluyendo un refuerzo para adolescentes con vacuna contra sarampión y rubéola.
La prevención y la vacunación son clave para controlar el resurgimiento del sarampión y proteger la salud pública.
