El eminente académico húngaro Ernő Rubik presentó la solicitud de patente de su innovador invento en 1975, sin sospechar el fenómeno global que desencadenaría su ingeniosa creación.
Con un diseño sorprendente, el Cubo de Rubik ha cautivado a personas de todas las edades convirtiéndose en un verdadero éxito de ventas a nivel mundial.
Este rompecabezas portátil, que desafía sin necesidad de instrucciones, ofrece innumerables posibilidades de resolución, lo que lo convierte en un objeto de fascinación universal.
Te puede interesar: ¿Las huellas dactilares son realmente únicas?
Ernő Rubik concibió originalmente su cubo como una herramienta educativa para sus estudiantes de arquitectura en Budapest, buscando estimular la creatividad y la perseverancia.
Su prototipo, un cubo de madera compuesto por cubos más pequeños, presentaba un desafío que pocos podían resistir. A pesar de sus modestos inicios, el Cubo de Rubik pronto adquirió fama internacional.
Te puede interesar: ¿Qué tipo de información buscan los ciberdelincuentes?
Desde su debut en la Feria del Juguete de Núremberg en 1979, el «Cubo mágico» conquistó el mercado global, convirtiéndose en un desafío aceptado por millones en todo el mundo.
El Cubo de Rubik inspiró competiciones internacionales y generó una avalancha de libros y tutoriales sobre su resolución, desatando una verdadera locura competitiva conocida como speedcubing.
Te puede interesar: Estafas laborales en WhatsApp: ¿Cómo detectarlas y evitarlas?
El atractivo del Cubo de Rubik persiste en la cultura popular, apareciendo en películas, obras de arte y eventos especiales. Lo vimos en películas como «¿Quieres ser John Malkovich?», WALL-E y Spider-Man: Into the Spider-Verse, se lo vio en Google Doodle y en el video musical Viva Forever de las Spice Girls.
Los cubos de Rubik se siguen vendiendo y los aficionados no dejan de romper récords, resolviendo el cubo con los ojos vendados, bajo el agua, haciendo paracaidismo o incluso malabares.
Debido a la cantidad de cubos falsificados a lo largo de los años, es difícil saber la cifra exacta de cubos de Rubik vendidos, pero las estimaciones calculan más de 400 millones hasta la fecha.
El Cubo de Rubik sigue siendo un icono de la creatividad y el ingenio humano, y su creador, Ernő Rubik, continúa inspirando a jóvenes inventores a través de su fundación en Hungría.
