Juicio contra Dani Alves, acusado por violación sexual, inició en tribunal de Barcelona; piden de 9 a 12 años de cárcel para el brasileño.
El tribunal encargado del caso de agresión sexual que involucra al exjugador del Barça, Dani Alves, ha desestimado las alegaciones presentadas por su abogada, Inés Guardiola, sobre presuntas vulneraciones de derechos. La sección 21ª de la Audiencia de Barcelona ha rechazado la solicitud de nulidad de la causa, argumentando que la investigación se llevó a cabo a espaldas del acusado y que este fue sometido a un juicio paralelo.
La defensa de Alves planteó la nulidad durante el trámite de cuestiones previas al inicio del juicio. Argumentaron que la investigación se realizó sin su conocimiento y que el futbolista enfrentó un juicio paralelo, afectando sus derechos. Sin embargo, tanto la Fiscalía como la acusación sostuvieron que la verdadera afectada por la exposición mediática fue la víctima.
El tribunal descartó la vulneración de derechos durante la investigación y afirmó que Alves estuvo asistido por su defensa desde el principio de la denuncia por agresión sexual. Además, rechazó la idea de indefensión por el supuesto juicio paralelo, señalando que no se observaron anomalías determinantes en la instrucción.
Víctima ratifica que Alves la violó
La mujer que acusa a Dani Alves de agresión sexual ratificó su versión en el juicio, declarando a puerta cerrada y bajo medidas de protección extrema. Mantuvo su relato sobre la presunta violación en el baño de la discoteca Sutton, describiendo la agresión con violencia y actitud despectiva por parte del exjugador del FC Barcelona.
La joven declaró durante más de una hora, resguardada por una mampara para evitar la confrontación visual con Alves, y estuvo acompañada por agentes de los Mossos d’Esquadra. La sesión se llevó a cabo a puerta cerrada, con distorsión de voz e imagen pixelada para preservar su identidad.
¿Qué declaró la amiga de la víctima?
Según la testigo, la joven de 23 años salió del reservado llorando «desconsolada» y «muy nerviosa» después de haber estado con Alves. Pidió abandonar la discoteca, insistiendo en que el futbolista le había causado «mucho daño». La testigo narró que la denunciante solo quería irse a casa.
Alves tuvo una actitud inapropiada, intentando tocar el cuerpo de la testigo y las partes íntimas de otra amiga. Cuando Alves y la víctima se fueron al baño del reservado, la testigo perdió de vista a ambos durante unos minutos. La víctima, al salir del baño, expresó la necesidad de irse a casa y afirmaba constantemente «no me van a creer».
En los días posteriores, la víctima permaneció en estado de shock, sin querer denunciar inicialmente, y actualmente sufre de ansiedad. Apenas sale de casa, se siente observada y ha perdido la alegría que la caracterizaba, volviéndose obsesiva «con todo».
¿Dani Alves se encontraba en estado de ebriedad?
Al responder a las interrogantes de la Fiscalía, la joven ha aclarado que en ningún instante observó a Alves tambalearse. Esta cuestión, planteada por el ministerio público, busca contrastar la afirmación de la defensa de que el futbolista estaba ebrio, lo cual podría resultar en una atenuante para reducir una posible condena.
