En conferencia de prensa, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, expresó su arrepentimiento por no haber autorizado la compra de dos refinerías adicionales, similares a la de Deer Park en Texas. El mandatario argumentó que la transición hacia fuentes de energía más limpias, como la eléctrica, llevará tiempo, y la demanda de productos derivados del petróleo persistirá.
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López Obrador destacó que algunos sectores, incluso los petroleros, llegaron a creer que la gasolina dejaría de utilizarse, lo cual consideró increíble. Para evitar depender de la importación de combustibles, el presidente sugirió la construcción de otra refinería, señalando que ya sería imposible obtener una al precio de adquisición de Deer Park.
Las plantas
El presidente aseguró que su administración dejará finalizadas las plantas coquizadoras en Tula, Hidalgo, y Salina Cruz, Oaxaca. Sin embargo, indicó que sería responsabilidad del próximo gobierno ponerlas en operación.
Con confianza en el avance del rescate de la industria petrolera y la autosuficiencia energética, López Obrador recomendó a la siguiente administración construir otra refinería. El 4 de enero, el director de Petróleos Mexicanos (Pemex), Octavio Romero Oropeza, redujo la meta de producción diaria de gasolina en la refinería Olmeca en Dos Bocas, anunciando que solo alcanzará los 208 mil barriles diarios este año, en lugar de los 340 mil inicialmente planificados.
Romero también proyectó que las metas de producción para 2025 y 2026 no se alcanzarán, estancándose en 275 mil barriles diarios. En cuanto a la producción de crudo, se prevé que la Refinería Olmeca alcance los 243 barriles diarios para 2024, según las declaraciones del director de Pemex.
