El presidente Andrés Manuel López Obrador admitió que algunas comunidades respaldan a organizaciones delictivas en Guerrero, un estado que enfrenta una escalada de violencia con masacres y secuestros masivos.
Durante su conferencia matutina, el mandatario destacó la detención de tres presuntos criminales cerca del enfrentamiento en Petatlán, donde la población salió a apoyarlos y bloquear la carretera, una situación que desaprobó enfáticamente.
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El tiroteo en Petatlán resultó en 13 muertos, según las autoridades locales, tras el atentado del 6 de enero en un palenque donde se realizaban peleas de gallos.
López Obrador sugirió que la situación parece ser una confrontación entre grupos, pero instó a esperar los resultados de la investigación en curso.
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El 6 de enero, la Fiscalía General del Estado de Guerrero inició una investigación por la aparición de cinco cuerpos calcinados después de un presunto enfrentamiento en Heliodoro Castillo, describiéndolo como una confrontación entre grupos criminales.
En este contexto, el presidente reconoció que, aunque son pocas, existen comunidades que protegen a bandas delictivas, sirviendo como sus bases de apoyo y protección.
López Obrador también aceptó que algunos pobladores respaldan a estos grupos criminales debido a la entrega de despensas y otros regalos.
Subrayó que esto no debe permitirse, ya que se revierte y alertó sobre el engaño, recordando que ya no se tolera la manipulación política de la pobreza, ni las dádivas entregadas a cambio de votos.
La violencia vinculada a disputas del crimen organizado se ha intensificado en Guerrero desde el año pasado, situándolo como el séptimo estado con mayor número de homicidios a nivel nacional, con mil 280 asesinatos en los primeros tres trimestres de 2023, según datos de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC).
