A tres años del asalto al Capitolio de los Estados Unidos tras la victoria del demócrata Joe Biden sobre Donald Trump por la presidencia del país, para el periodo 2021 a 2025; el caso sigue persiguiendo al ex mandatario republicano, cuya aspiración a la candidatura de su partido pende de un hilo en los estados de Colorado y Maine, donde las Cortes los inhabilitaron para participar en las elecciones primarias republicanas, acogiéndose a la 14a Enmienda de la Constitución.
Aunque Trump ha recurrido a la Corte Suprema de Estados Unidos para apelar la resolución de las Cortes de Colorado y Maine, que lo inhabilita para participar en las elecciones primarias a celebrarse en los 50 estados de la unión americana, entre el 15 de enero y el 4 de junio; la cuestión de si Trump es elegible para competir por la presidencia o no, recae en sí la Corte considera que hay elementos suficientes para inhabilitarlo por su posible responsabilidad en el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021.
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El 3 de noviembre de 2020, Donald Trump, entonces presidente de Estados Unidos, se enfrentó en las urnas al candidato demócrata Joe Biden por la presidencia del país para los próximos 4 años. En ellas, Trump, quien esperaba reelegirse en el cargo, terminó perdiendo contra Biden, situación para nada sorpresiva, pues desde antes de la elección, el mandatario ya vaticinaba su derrota, por lo que había estado acusando de un fraude electoral en su contra.
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Tras eso, a lo largo del mes de noviembre y diciembre se la pasó señalando que la elección debía ser declarada nula y alentando a sus simpatizantes a manifestarse en contra de los congresistas para que no avalaran los resultados de la elección y decretaran la victoria y toma de posesión presidencial de Joe Biden en enero de 2021.
Así llegó el 6 de enero de 2021 y el Congreso de los Estados Unidos convocó a sesión para votar la ratificación de los resultados electorales, los cuales fueron reconocidos incluso por el vicepresidente de Trump, el republicano Mike Pence, lo que significó la ruptura entre los dos, ya que Trump continuó señalando que hubo fraude electoral y convoco a manifestación para ese mismo día.
La manifestación convocada por Trump el 6 de enero de 2021 se salió de control cuando un grupo de sus simpatizantes decidió dirigirse al Capitolio de Estados Unidos para interrumpir la ratificación de los resultados electorales, cosa que hicieron de manera violenta irrumpiendo por la fuerza en las instalaciones del Poder Legislativo y forzando a los congresistas a salir de ahí sin que se nombrará a Biden como nuevo presidente de Estados Unidos.
El asalto al Capitolio fue calificado como un intento de Golpe de Estado perpetrado por Donald Trump, otros lo calificaron de insurrección e incluso, lo tacharon de terrorismo interno, y aunque el entonces mandatario de la nación no participó activamente en la toma violenta de las instalaciones, el mismo reconoció ser en parte responsable del hecho al insistir en que el pueblo debía alzar la voz contra lo que insistió, fue un fraude electoral.
Aunque Trump negó su responsabilidad como actor intelectual del ataque al Capitolio, las investigaciones del hecho han señalado que no fue un evento de oportunidad, sino un ataque planificado y coordinado entre los simpatizantes del entonces mandatario, pues se les encontraron explosivos y armas, las cuales tenían como objetivo, no solo la sede del Legislativo, sino también las sedes en los partidos Demócrata y Republicano.
El suceso terminó con la intervención de las fuerzas armadas y un mensaje del mismo Donald Trump dirigido a sus simpatizantes para recobrar el orden y la ley, aunque se refirió a los atacantes del Capitolio como “patriotas de verdad”, “héroes” y “defensores de la democracia”, entre algunos otros halagos en los que parecía aprobar sus acciones en lugar de cuestionarlas.
Durante el evento, se detuvo a 13 personas y otras 5 fueron declaradas muertas tras ser repelidas por las fuerzas armadas mientras vandalizaban las instalaciones del Capitolio. A quienes han sido condenados a prisión por estos hechos, Donald Trump ha prometido liberarlos cuando vuelva a la presidencia.
Por estos hechos, Trump, así como otros miembros de su gobierno, enfrentan cargos criminales, de los cuales, el exmandatario se ha declarado “no culpable”, pero que aún no encuentra una culminación, dejando abierta la posibilidad de que sea inhabilitado para buscar un segundo mandato presidencial este 2024.
