En una prueba piloto coordinada por el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Ciudad Juárez, se ha detectado que un alarmante 24% de las mujeres trabajadoras participantes resultaron positivas para el Virus del Papiloma Humano (VPH), principal causante del cáncer cervicouterino. Este estudio se llevó a cabo como parte de la estrategia de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para erradicar dicho cáncer y abordar las dificultades de detección en la población laboral femenina.
La iniciativa, que contó con la donación de 35 mil pruebas por parte de la empresa farmacéutica Roche, aplicó 12 mil pruebas hasta noviembre de este año en 65 empresas, evidenciando la necesidad de mejorar la cobertura de detección, especialmente en ciudades como Ciudad Juárez, donde el sector de maquiladoras emplea a alrededor de 210 mil mujeres, siendo 95 mil de ellas susceptibles a desarrollar cáncer cervicouterino.
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En paralelo, la falta de recuperación en la cobertura de vacunación contra el VPH en México es preocupante. El país está lejos de cumplir las metas establecidas por la OMS, y las tasas de mortalidad por cáncer cervicouterino superan las 4 mil muertes anuales desde hace más de seis años. Durante el primer año de la pandemia, la vacunación contra el VPH disminuyó significativamente, y en 2021, solo el 43.7% de las adolescentes recibieron una dosis de la vacuna, según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición.
La doctora Olga Georgina Martínez Montañez, directora de Prestaciones Económicas y Sociales del IMSS, destaca la necesidad de mejorar la medición de los indicadores de seguimiento y hacer una campaña intensiva con el personal médico para revertir la caída en la cobertura de vacunación. Martínez Montañez subraya la importancia de utilizar herramientas informáticas sofisticadas y la autotoma como métodos para aumentar la aceptación de la detección del VPH, especialmente entre mujeres que nunca se han sometido a la prueba.
El desafío de México
A nivel nacional, México enfrenta un desafío significativo, con más de 4 mil defunciones anuales por cáncer cervicouterino en los últimos seis años. El grupo más afectado son mujeres mayores de 65 años, seguido por los grupos de 55 a 64 y 45 a 54 años.
La falta de atención al cáncer cervicouterino y la disminución en la cobertura de vacunación son señales de alerta, resaltando la necesidad urgente de redoblar los esfuerzos para la prevención, detección temprana y tratamiento adecuado en la lucha contra esta enfermedad.