Un reciente informe preliminar del ejército israelí ha señalado que el ataque a los rehenes en Gaza violó las reglas de enfrentamiento establecidas por Israel.
Lamentablemente, tres ciudadanos israelíes perdieron la vida en este incidente, al ser atacados por error por las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI). Se ha confirmado que los rehenes portaban un paño blanco con un palo, símbolo internacional de rendición, al momento del trágico suceso.
Las autoridades israelíes, incluido el Primer Ministro Benjamín Netanyahu, expresaron su consternación ante lo que describieron como una «tragedia insoportable».
Las protestas estallaron en Tel Aviv como respuesta a estos lamentables asesinatos, exigiendo al gobierno israelí intensificar sus esfuerzos para asegurar el regreso de los rehenes de Gaza y respetar los principios humanitarios en medio del conflicto.
A pesar de la condena internacional, la ofensiva israelí en Gaza persiste, con informes de combates en diversas zonas del enclave, incluyendo el norte, centro y sur.
Esta escalada de violencia surge después de que Hamás irrumpiera en el perímetro fuertemente custodiado de Israel el 7 de octubre, dejando un saldo de 1.200 personas fallecidas y 240 rehenes. Algunos de estos últimos fueron liberados durante una breve tregua.
Según el Ministerio de Salud de Gaza, liderado por Hamás, más de 18.700 personas han perdido la vida y 50.000 han resultado heridas desde el inicio de la guerra en la región.