Resulta que en México somos muy dados a decir “¡qué casualidad!”, y me incluyo porque es una expresión coloquial muy socorrida casi bajo cualquier contexto. Sin embargo, es algo con lo que cada vez coincido menos, y sí, tal vez sea cosa de la edad.
Si hablamos de futbol, las casualidades cada vez son menos, aunque claro que existen y desde luego que puede presentarse, de ahí mismo el carácter de juego que implica el deporte en sí mismo.
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La Liga Mx llega a su final y los protagonistas son América y Tigres, casualmente ambas instituciones identificadas con los colores amarillo y azul; dos instituciones que en los últimos tiempos han mantenido el reflector de todos por sus sólidos proyectos y sus consolidados modelos, tanto de negocio como de juego que les han permitido incluso marcar la pauta del futbol mexicano.
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América, un histórico que cuenta con la empresa más poderosa de entrenamiento atrás de ellos, desde su creación ha marcado la excelencia como compromiso y en los últimos diez años, aunque no ha ganado lo que su afición exige, es una realidad que cada torneo firma tarjetas de treinta puntos o más y generalmente llega a las instancias final del certamen, salvo una sola vez en 20 ejercicios.
Tigres, por su parte, viene de tener una década de ensueño donde ha conquistado seis de los ocho títulos que tiene en su historia, el último apenas en mayo pasado y bajo el mando de Robert Dante Siboldi, quien con menos de 8 meses en el cargo está instalado en su segunda final con los felinos.
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Tigres y América tienen más de diez años en la parte alta de la tabla, y no, no es casualidad, es responsabilidad de dos directivas que han invertido en jugadores, entrenadores, y especialistas para que en el campo se vea reflejado el trabajo del escritorio.
Y no solo en la rama varonil, de las últimas tres finales en la liga femenil, América ha estado en las tres y Tigres en dos, lo cual confirma que no hay espacio para las casualidades y menos en dos proyectos tan serios.
Es cierto que hoy Tigres tiene mayor experiencia en la plantilla, pero el torneo regular de América no se puede desechar tan fácil pues fue el mejor en puntos, en goles y el menos goleado, la diferencia luego de 17 jornadas fue de 10 puntos a favor de las águilas, pero todo eso no jugará a partir del jueves, más bien serán dos instituciones que marcan el rumbo y el ritmo y que si algo tienen es hambre de gloria.
Así que es tiempo de disfrutar un futbol pintado de amarillo y azul, y mientras ¡qué la pelota siga rodando!
Por: Gustavo Sánchez (@Gusharris76)
