En medio de la polémica y las tensiones en torno a la prohibición de expresiones que promueven la violencia y el consumo de drogas en Baja California, el municipio de Playas de Rosarito se prepara para recibir a Natanael Cano, reconocido exponente del género de narco corrido y corridos tumbados. La presentación está programada para el próximo 27 de enero de 2024 y forma parte de su «Tumbado Tour».
Tijuana y Mexicali dicen no a los narcocorridos
Este evento se produce en un contexto donde varios ayuntamientos del estado, incluyendo Tijuana y Mexicali, han implementado medidas restrictivas para evitar la apología de la violencia y el narcotráfico en espectáculos públicos. Desde el pasado primero de diciembre, en Tijuana entró en vigor una modificación al Reglamento de Espectáculos que prohíbe la participación de artistas que cantan sobre el consumo y tráfico de drogas, como respuesta al aumento de la violencia en la ciudad.
Te puede interesar: Imponen multa de 1 mdp a Natanel Cano en Chihuahua
En Mexicali, la presidenta municipal ha dejado claro que no permitirá la presencia de quienes promuevan delitos ligados al narcotráfico en los centros de espectáculo de la capital de Baja California. A pesar de estas restricciones, Natanael Cano, originario de Hermosillo, Sonora, llevará su espectáculo a Playas de Rosarito, respaldado por Araceli Brown Figueredo, alcaldesa del municipio.
Inicia la venta de boletos
Natanael Cano junto a Latín Mafia. ?? pic.twitter.com/l0RfYag7nK
— Natanael Cano (@NatanaelCanoNew) December 7, 2023
La venta de boletos para el evento ya ha comenzado a través de la plataforma boletea.com.mx, con precios que oscilan entre los 3631 pesos y los 921 pesos, incluyendo servicios adicionales.
Cano, considerado el precursor de los corridos tumbados, cuenta con el respaldo de Jesús González Lomelí, amigo de la alcaldesa de Playas de Rosarito y conocido en la región por su participación en la promoción y realización de eventos públicos.
La lucha cultural en Baja California contra el género del narcocorrido se remonta a 2008, cuando Tijuana experimentó un aumento de la violencia relacionada con el narcotráfico. En ese entonces, la ciudad se vio obligada a recuperar su nombre, expropiado por un cartel autodenominado «de Tijuana». La actual presidenta municipal de Tijuana, Monserrat Caballero, enfrenta amenazas del crimen organizado y vive en un cuartel militar.
El Cabildo de Tijuana aprobó recientemente una reforma al Reglamento de Espectáculos Públicos que prohíbe la exhibición de música, imágenes o espectáculos que promuevan la cultura de la violencia, imponiendo multas de hasta un millón de pesos por incumplimiento.
En este escenario, artistas como Natanael Cano desafían las restricciones municipales para llevar su música a Playas de Rosarito, generando debate sobre la libertad artística y la censura en el estado.
