La Asamblea Nacional francesa ha aprobado por unanimidad en primera lectura una proposición de ley que prohíbe los vapeadores desechables con el objetivo de intensificar la lucha contra el tabaquismo, especialmente entre los adolescentes, y salvaguardar el medio ambiente. La medida, que aún debe ser examinada por el Senado francés y recibir la aprobación de la Comisión Europea, se espera que entre en vigor antes de septiembre de 2024. Vale la pena mencionar que la prohibición no afectaría a los vapeadores recargables. Es importante destacar que Alemania, Bélgica e Irlanda ya han prohibido los cigarrillos electrónicos de un solo uso.
Los vapeadores desechables, conocidos como ‘puffs’ en Francia, se introdujeron en 2021 con un bajo costo de alrededor de 10 euros, envases atractivos en colores llamativos, una amplia variedad de sabores y opciones con o sin nicotina. A pesar de su prohibición para menores de 18 años, una encuesta realizada por la Alianza contra el Tabaco revela que el 13% de los adolescentes franceses entre 13 y 16 años ya ha utilizado estos dispositivos. Los críticos advierten sobre las consecuencias para la salud y destacan que los ‘puffs’ representan una amenaza ambiental al ser desechables, fabricados con plástico y contener una batería de litio no reciclable.
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La prohibición de los vapeadores de usar y tirar también forma parte del Programa Nacional de Lucha Contra el Tabaquismo 2023-2027, presentado el 28 de noviembre por el ministro de Sanidad, Aurélien Rousseau.
En otros esfuerzos por reducir el tabaquismo, el gobierno francés, que ha hecho de esta lucha una prioridad, tiene como objetivo lograr una generación sin tabaco para 2032. Además de la prohibición de los vapeadores desechables, se planea aumentar el precio de los cigarrillos, alcanzando los 12 euros por paquete en 2025 y 13 euros en 2027. Rousseau sostiene que el aumento de precios es una medida efectiva en la lucha contra el tabaquismo.
Para proteger a los menores, se implementarán controles más estrictos sobre la venta de productos de tabaco, y se introducirá un empaquetado neutro para hacerlos menos atractivos. El gobierno también busca armonizar la fiscalidad del tabaco a nivel europeo y combatir el tabaco de contrabando. El plan incluye la generalización de espacios sin tabaco en playas, parques, bosques y centros escolares, así como medidas para proteger el medio ambiente de la contaminación relacionada con las colillas de cigarrillos, estimando que en Francia se tiran entre 20,000 y 25,000 toneladas al año.