La última película de Ridley Scott, «Napoleón», presenta un tapiz cinematográfico de la vida del icónico emperador francés. Atravesando momentos claves desde su temprana carrera hasta su ocaso en el exilio, la cinta ofrece una visión fascinante, aunque no exenta de licencias artísticas, sobre el hombre detrás del mito.
Realidad vs. ficción histórica
Si bien la película retrata a personajes y eventos históricos, algunos aspectos se alejan de la rigidez histórica, según el historiador Zack White. «Napoleón vino de una nobleza menor de Córcega, no era influyente antes de la revolución, aunque su estatus nobiliario le otorgó ventajas significativas», explica.
La película muestra incidentes como el asedio de Tolón, donde demostró su astucia estratégica, aunque la magnificación del enfrentamiento y sus consecuencias difieren de la realidad histórica. La representación de la insurrección vendimiaria también genera controversias, enfatizando la multitud mixta de combatientes y la decisión de Napoleón de usar la fuerza.
El romance y la intriga de Napoleón y Josefina
El filme aborda la relación con Josefina, destacando su amor apasionado y los desafíos de su vínculo marcado por la infidelidad y la necesidad mutua. Aunque se exageran algunas escenas, refleja la importancia estratégica de Josefina para Napoleón.
Batalla de Austerlitz: mitos y realidades
Otro punto cuestionable es la narrativa de la batalla de Austerlitz, que exagera la dramatización del líder francés. «No hubo un lago con miles de soldados ahogados, sino un escenario diferente, aunque aprovechó esta victoria para reforzar su imagen», señala White.
La cinta alimenta la idea de que era más bajo de lo normal, aunque su altura real superaba ligeramente la media de la época.
Mientras que la coronación de Napoleón como emperador es fielmente representada, subrayando su gesto desafiante al colocarse la corona.
La película toca la relación con su segunda esposa, María Luisa de Austria, y su papel en la búsqueda de un heredero para el emperador.
El mito de la muerte de Napoleón
Finalmente, la muerte de Napoleón en Santa Elena, mostrada con un tono emotivo, contrasta con las teorías conspirativas que rodearon su fallecimiento por cáncer de estómago.
A pesar de las licencias artísticas, «Napoleón» de Ridley Scott ofrece una exploración cinematográfica intrigante, aunque matizada, de uno de los líderes más influyentes de la historia.
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