Me celebro y me canto a mí mismo, Y lo que yo diga ahora de mí, lo digo de ti…
Walt Whitman
Por Mauricio Leyva Castrejón
El aniversario que ahora celebro, no corresponde al de una persona, de hecho, es sobre algo que trasciende lo humano: el arte. Hace 170 años nació la primera edición de Leaves of Grass traducido como “Hojas de hierba” del magnífico poeta americano Walt Whitman. Este libro es una colección de cantos a la vida que consolidaron la etapa de vigor y de crecimiento de la nación norteamericana que en ese momento simbolizaba la “Tierra prometida” para la humanidad. Si por un lado el continente europeo representaba el conocimiento, por el otro, el continente americano en especial los Estados Unidos de Norteamérica se vislumbraba como la joven nación en donde ocurría la modernidad, la democracia y el liberalismo. Sin embargo, dentro de esa percepción se mantenía la incertidumbre sobre cuál era la producción intelectual y artística que se producía en el nuevo proyecto de nación. En ese contexto irrumpe en la escena literaria internacional la edición de “Hojas de Hierba” el 4 de julio de 1855 y sus primeros versos no sólo representan la metáfora de grandeza americana sino que, al mismo tiempo son una apología humana universal: Me celebro y me canto a mí mismo/ y lo que yo diga ahora de mí, lo digo de ti/ porque lo que tengo lo tienes tú/y cada átomo de mi cuerpo es también tuyo. Vago e invito a vagar a mi alma/ me recuesto y vago a mis anchas/ observando una brizna de hierba estival. Creo que una hoja de hierba no es menos que el viaje estelar de los astros/ y que la rana croando por la tarde es un milagro digno de los más altos/ y que la punta más diminuta de una mano vale más que todo lo escrito.
La aparición de “Hojas de Hierba” provocó desde su edición, un sismo en las corrientes poéticas tradicionales porque en sus versos, creados con una prosa poética impecable y metáforas originales, Walt Whitman transmitió ese vivo sentimiento de esperanza, de amor a la vida, a la igualdad y a la democracia: No hay un ápice de valor más en un hombre que en una mujer/y la hembra es igual al macho/ y el alma de la mujer es la del hombre/ y mi alma es la de ellos. Y más adelante nos revela abiertamente: Por ti, oh democracia/ por ti estos cantos en los campos, yo te siembro/ por ti me fundo en ellos, por ti me consagro/ para criar hijos idóneos para ti, ¡oh democracia! /Para criarlos firmes para ti, amor mío. Debido a estos componentes, que ya en su conjunto son un libro maravilloso y una obra de arte perfecta y completa, vale la pena celebrar el aniversario de la publicación de “Hojas de Hierba” un libro escrito en una América diferente a la de ahora, en un Estados Unidos incluyente, plural y diverso, en el cual sus poetas podían cantar a la vida, a su sistema político, a la igualdad y la diversidad sin temor ni menoscabo de sus derechos individuales porque justamente, esa era la nación en la que los intelectuales y artistas vivián, creían y querían seguir construyendo.