
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, lanzó una dura advertencia a España tras el anuncio del jefe del Ejecutivo español, Pedro Sánchez, de que su país no alcanzará el nuevo objetivo de gasto militar establecido por la OTAN. Durante la cumbre de la Alianza Atlántica celebrada en La Haya, Trump afirmó que tomará medidas para “compensar” el incumplimiento español mediante presiones comerciales.
“Lo compensaremos. Estamos negociando un acuerdo comercial con España. Vamos a hacerlos pagar el doble”, declaró el mandatario estadounidense, visiblemente molesto por lo que consideró un compromiso insuficiente de parte de Madrid.
En la cumbre, los jefes de Estado y de Gobierno de los países miembros de la OTAN reafirmaron su “compromiso inquebrantable con la defensa colectiva” y acordaron incrementar el gasto en defensa hasta un 5 % del Producto Interno Bruto (PIB) hacia 2035. Además, los gobiernos deberán presentar anualmente planes que definan “un camino creíble y progresivo” para alcanzar dicha meta.
Sin embargo, Pedro Sánchez dejó claro que España no se sumará a ese objetivo común. “España gastaría el 2.1 % de su PIB en defensa”, explicó el presidente español, quien defendió la postura de su gobierno alegando razones de soberanía y prioridades nacionales.
Las declaraciones de Trump generaron inquietud en el gobierno español. En respuesta, Sánchez subrayó que “España es un país soberano” y que las cuestiones comerciales, incluidos los posibles aranceles, son competencia de Bruselas, por lo que cualquier decisión en este ámbito corresponde a la Unión Europea. Además, calificó de “injustos” los aranceles que el mandatario estadounidense planteó como represalia.
El ministro de Economía, Carlos Cuerpo, respaldó las declaraciones de Sánchez y, en entrevista con la agencia EFE, aseguró que “Europa también tiene herramientas para defenderse si no se llega a un acuerdo” y llamó al diálogo para evitar una escalada comercial que podría afectar a ambas partes.
El incidente refuerza la tensión entre Estados Unidos y algunos de sus aliados europeos, en un contexto en el que la administración de Trump ha insistido en mayores aportaciones al gasto militar, mientras que países como España priorizan un equilibrio entre defensa y políticas sociales.