La iniciativa de Ley en Materia de Telecomunicaciones y Radiodifusión, presentada por la presidenta Sheinbaum al Senado de la República, despierta una profunda preocupación por su impacto en el sector y en el derecho a la libertad de expresión, pero también por el procesamiento intempestivo que le quieren imprimir. Recibida por el Senado este miércoles a las 2:30 de la tarde, se sometió a dictaminación y aprobación en comisiones tan solo al día siguiente a las 10:00 de la mañana, es decir, apenas 20 horas después. Es evidente que un asunto de tan alta complejidad técnica, con 283 artículos que abarcan 311 páginas, requiere un análisis exhaustivo y consultas con especialistas, algo que resulta difícil -si no es que imposible- en el corto plazo que dispusieron para su aprobación.
Lo más alarmante de todo el proyecto está en lo que ya había ocurrido antes con la reforma constitucional de diciembre pasado que desapareció el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFETEL) y pasó el control absoluto del tema al Poder Ejecutivo, incluyendo claro, los procesos para otorgar y revocar concesiones de radio, TV, internet, redes celulares, etc., que ahora decidirá la Agencia de Transformación Digital (ATDT). Esta medida no solo es un retroceso institucional, sino que también pone en riesgo la imparcialidad necesaria para regular un sector tan crítico como lo es el de las telecomunicaciones. La extinción del IFETEL, un organismo que demostró capacidad técnica y resultados favorables, podría derivar en una mayor burocracia y en un manejo político del sector.
Ahora, la iniciativa de ley incluye otros aspectos preocupantes adicionales como las ambiguas disposiciones que permiten a la ATDT bloquear plataformas digitales. Aunque esto se incluyó debido a los anuncios que el gobierno de Trump difundió en televisoras mexicanas durante los partidos de la LigaMx del fin de semana pasado, lo cierto es que la disposición incluye el permiso previo de SEGOB en tratándose no solo de gobiernos extranjeros, sino de organizaciones internacionales y personas físicas o morales extranjeras, lo que representa un caso de censura previa que la Corte Interamericana de Derechos Humanos ya ha determinado como inconvencional en su famosa resolución del caso “Última tentación de Cristo vs Chile”. Esta capacidad de censura pone en riesgo la pluralidad informativa y podría abrir la puerta a arbitrariedades peligrosas.
El asunto del espectro radioeléctrico también es preocupante. La posibilidad de que la ATDT restrinja su acceso bajo el pretexto de necesidades de seguridad nacional, representa un riesgo de centralización del poder y de control sobre las comunicaciones. La sola posibilidad de que un ente que ya no es autónomo pueda revocar la concesión de radio o TV, podría derivar en autocensura.
Todo se agrava cuando vemos que la iniciativa nada plantea para mejorar el aprovechamiento del espectro, como el despliegue de redes 5G, ni para abatir la brecha digital, ni en materia de inteligencia artificial o ciberseguridad, ni sobre uso de redes compartidas y la soberanía de datos, lo que podría dejar a México aún más rezagado en términos de infraestructura tecnológica.
En definitiva, la discusión de este tema no debe apresurarse. La falta de un debate amplio y abierto podría significar un paso atrás para la libertad de expresión, la competencia y la transparencia en un sector que debe ser motor de desarrollo y progreso para el país.
Un nuevo marco regulatorio debería garantizar la pluralidad, el acceso equitativo a la tecnología y la protección de los derechos de las audiencias. La iniciativa de Sheinbaum, en cambio, representa una amenaza seria para el avance en telecomunicaciones y la vigencia de derechos como la libertad de expresión, el derecho a la información y la libertad de prensa. La aprobación apresurada de esta propuesta podría tener consecuencias muy adversas para el futuro de las telecomunicaciones en México. Es imperativo deliberar correctamente sobre todo esto, para que la nueva ley garantice que el sector sea un espacio de innovación, libertad y crecimiento.