Como originario de San Luis Río Colorado que ha residido en la Ciudad de México durante muchos años, me siento profundamente alarmado por la reciente escalada de violencia en mi ciudad natal. Casi todos los días me llegan relatos de nuevos episodios de violencia homicida en San Luis, pero solo al leer una nota periodística en el diario de circulación nacional La Razón, comprendí la magnitud del problema. En este reportaje, titulado «Se duplica con Durazo crimen en Sonora», se expone que la situación en mi municipio ha empeorado dramáticamente.
Inicialmente, pensé que el título aludía a un incremento en todo el estado de Sonora, pero no: se refería específicamente a San Luis Río Colorado. En la nota firmada por Alan Gallegos, se presentan datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública que revelan que, entre 2022 y 2024, se abrieron 586 carpetas de investigación por homicidio doloso en el municipio, en comparación con las 285 del periodo 2019-2021, lo que representa un alarmante incremento del 105%. Además, se hace un recuento de cómo la situación ha empeorado desde 2020, cuando, bajo la alcaldía de Santos González, hubo «solo» 62 asesinatos, cifra que subió a 125 en 2021, 159 en 2022, 189 en 2023 y 238 en 2024. Así, en los primeros tres años completos de la gestión del gobernador Alfonso Durazo, los homicidios se duplicaron en comparación con los tres años anteriores.
Personalmente, me sorprende que la criminalidad haya aumentado tanto, considerando que el gobernador Durazo fue secretario de Seguridad Pública a nivel federal. Se esperaría que tuviera conocimientos y estrategias para contener la violencia. Sin embargo, lejos de eso, la inseguridad ha seguido un crecimiento constante bajo su administración.
No soy el único en notar esta preocupante realidad. En la nota citada, Francisco Rivas, director general del Observatorio Nacional Ciudadano, señala que Durazo, pese a su experiencia previa, nunca demostró un verdadero dominio del tema de seguridad. «En el caso del doctor Durazo, decía conocer el tema de seguridad, pero en realidad, cuando estuvo al frente de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, demostró que era un tema que no dominaba […] Cuando buscaba la gubernatura, hacía promesas de campaña, pero no había una correspondencia que pudiera hacernos pensar que efectivamente se iban a lograr mejores resultados en su Gobierno», declaró Rivas.
El deterioro de la seguridad no se limita a los homicidios dolosos; otros delitos de alto impacto también han aumentado de manera preocupante. Comparando los primeros tres años de Durazo con los tres anteriores, el secuestro aumentó un 400% en San Luis Río Colorado, pasando de 3 a 15 casos; las denuncias por abuso sexual crecieron un 106%, al subir de 99 a 204; la extorsión a comerciantes mediante el llamado «cobro de piso» se disparó en un 1,100%, al pasar de 1 a 11 expedientes; y el robo a casa habitación subió un 10%, de 148 a 163 casos.
Aún más alarmante es la advertencia del titular del Observatorio Nacional Ciudadano sobre el posible agravamiento de la violencia en San Luis Río Colorado en los próximos años. Factores como la presencia de organizaciones criminales rivales —incluyendo las facciones del Cártel de Sinaloa, «Los Chapitos» y «Los Mayitos», además del Cártel Jalisco Nueva Generación y grupos delictivos locales—, combinados con el incremento de la migración por deportaciones y caravanas, crean un caldo de cultivo perfecto para la violencia. Estos grupos delictivos aprovechan la vulnerabilidad de la población migrante para reclutarla forzosamente, convirtiéndola en carne de cañón para sus enfrentamientos.
El panorama es desalentador, pero debe motivarnos a redoblar esfuerzos como sociedad para construir entornos más seguros. Es crucial fortalecer las capacidades policiales, mejorar la coordinación entre órdenes de gobierno, generar alternativas para la juventud, garantizar una prensa libre y responsable, y promover valores cívicos y educación.
La situación en San Luis Río Colorado es crítica y requiere la atención inmediata de todos los sectores de la sociedad. Es momento de unir esfuerzos para recuperar la paz y la seguridad.