El juicio de Rubén Oseguera González, conocido como ‘El Menchito’, dio inicio en la capital de Estados Unidos, más de cuatro años después de su extradición desde México. El hijo de Nemesio Oseguera Cervantes, alias ‘El Mencho’, líder del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), enfrenta cuatro cargos relacionados con la fabricación y distribución de drogas, así como posesión de armas de fuego.
Este lunes, Oseguera González compareció ante la jueza federal Beryl A. Howell en la corte del Distrito de Columbia, donde comenzaron los procedimientos con la selección del jurado. Tanto los abogados del Gobierno estadounidense como la defensa del acusado estuvieron presentes en la primera audiencia de este proceso judicial.
Detenido en México desde 2015, ‘El Menchito’ fue extraditado a Estados Unidos en febrero de 2020 para responder por su presunta participación en las actividades del CJNG. Se le acusa de ser una figura clave en las operaciones de tráfico de drogas entre Sudamérica y México, así como en el robo de combustible en el estado de Jalisco, una práctica conocida como «huachicoleo».
El CJNG, encabezado por su padre, ‘El Mencho’, ha sido identificado como una de las organizaciones criminales transnacionales más peligrosas y violentas por el Gobierno de Estados Unidos. Desde 2018, el cártel figura en la lista de las cinco principales amenazas para la seguridad nacional estadounidense.
La influencia del CJNG ha crecido exponencialmente en los últimos años, posicionándose como uno de los grupos delictivos más poderosos en el hemisferio occidental. En un esfuerzo por capturar a Nemesio Oseguera Cervantes, las autoridades de Estados Unidos duplicaron en 2018 la recompensa por su arresto, elevándola de 5 a 10 millones de dólares.
Con este juicio, las autoridades estadounidenses buscan avanzar en sus esfuerzos para desmantelar las operaciones del CJNG y llevar ante la justicia a los principales responsables de la organización. El proceso judicial contra ‘El Menchito’ es considerado uno de los más importantes en la lucha contra el narcotráfico internacional, ya que podría ofrecer información valiosa sobre las estructuras operativas del cártel y sus vínculos con otros grupos criminales.
El caso sigue de cerca en ambos países, ya que marca un hito en la cooperación entre México y Estados Unidos en el combate al crimen organizado.
