Eduardo Verástegui, candidato independiente a la presidencia de México, enfrenta un panorama difícil para reunir las firmas necesarias para su registro.
A pesar de su gran presencia en redes sociales y sus relaciones con figuras prominentes de la ultraderecha, el actor y productor mexicano apenas ha reunido menos del 10% de las firmas que necesita.
Para ser registrado como candidato independiente, Verástegui debe reunir 961 mil 405 firmas ciudadanas. Actualmente solo lleva aproximadamente 59 mil firmas, es decir, le falta más del 90% del total.
La fecha límite para que los aspirantes a candidatos independientes presenten las firmas requeridas es el 6 de enero de 2024. Esto significa que Verástegui tendría que conseguir que alrededor de 15,400 personas le brinden su apoyo y su firma cada día, durante los próximos dos meses.
Es posible que Verástegui pueda lograr este objetivo, pero sería una hazaña notable. Su candidatura ha sido criticada por sus posiciones conservadoras, que incluyen su oposición al aborto y al matrimonio entre personas del mismo sexo.
Si Verástegui logra reunir las firmas necesarias, se convertiría en el candidato independiente más votado en la historia de México. Sin embargo, es probable que su candidatura sea un fracaso, ya que las encuestas lo ubican muy por detrás de los candidatos de los principales partidos políticos.
Verástegui es un católico practicante y sus propuestas se basan en sus creencias religiosas. Es provida, es decir, está en contra del aborto, el cual es legal en México. También se ha declarado abiertamente homofóbico, manifestándose en contra de las libertades y derechos de la comunidad LGBT y afirma que el matrimonio entre personas del mismo sexo no deberían ser legales, pues están en contra de la familia tradicional y del mandato divino.
Estas posiciones han generado críticas de organizaciones de derechos humanos y de la comunidad LGBT. Sin embargo, Verástegui ha defendido sus posturas, argumentando que son necesarias para proteger la familia tradicional y los valores cristianos.
Por: Patricio Álvarez