Luego de que la ministra Norma Piña consultara a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) sobre la posibilidad de detener el avance de la reforma al Poder Judicial, el presidente Andrés Manuel López Obrador calificó tal acción como una «aberración» y una «violación flagrante» a la Constitución.
«Considero que no tiene fundamento legal. Sería una aberración y, desde luego, una violación clara a la Constitución si se frena el proceso de análisis, debate y eventual aprobación de la reforma constitucional relacionada con el Poder Judicial», expresó el mandatario durante su conferencia matutina de este viernes.
El jefe del Ejecutivo también señaló que esta medida carece de sustento constitucional y advirtió que su implementación afectaría gravemente la vida pública y el verdadero Estado de derecho en México.
«No existe ningún fundamento en la Constitución que lo respalde. Sería un acto arbitrario, y esto impactaría negativamente la vida pública y el auténtico Estado de derecho, prácticamente sería elegir vivir bajo la ley del más fuerte», aseveró López Obrador.
El presidente añadió que no cree que esta propuesta prospere, al tiempo que arremetió contra los ministros de la Suprema Corte, acusándolos de actuar en beneficio de sus propios intereses y privilegios, sin preocuparse por la justicia ni la democracia.
«No les importa ni la democracia ni la justicia. Están enfocados únicamente en defender sus intereses y privilegios, y muchos de ellos son abiertamente partidarios de la corrupción. Sin embargo, confío en que algunos miembros del Poder Judicial, especialmente de la Corte, reaccionen ante esto», concluyó López Obrador.
