Los habitantes de Chalco, Estado de México, han cumplido un mes viviendo entre aguas negras y olores insoportables, como resultado de las severas inundaciones provocadas por las lluvias torrenciales.
A finales de julio, colonias como Culturas de México y Jacalones 1 y 2 fueron devastadas por el agua, dejando a decenas de familias con sus hogares arrasados. Electrodomésticos, muebles, ropa y otros bienes fueron destruidos por completo.
Las autoridades identificaron que la causa principal del desastre fue un tapón de basura de 50 metros de largo que obstruyó el colector pluvial Solidaridad, el cual tiene un diámetro de apenas 2.44 metros, insuficiente para manejar el volumen de agua.
Quince días después de la catástrofe, la gobernadora del Estado de México, Delfina Gómez, visitó Chalco para comprometerse a brindar apoyo. En respuesta, se desplegaron brigadas de los tres niveles de gobierno, mientras los habitantes afectados comenzaban a sufrir afecciones gastrointestinales, problemas en la piel y conjuntivitis. Ante esta situación, se movilizaron campañas de vacunación contra el tétanos, hepatitis y neumococo.
De acuerdo con cifras preliminares, al menos 3 mil 876 personas de cuatro colonias resultaron damnificadas por las inundaciones, enfrentando no solo la pérdida de sus pertenencias, sino también un grave riesgo para su salud.