Nuevas investigaciones han revelado la participación de Jorge Humberto Figueroa Benítez, conocido como “El 27”, en el secuestro de Ismael “El Mayo” Zambada, uno de los últimos líderes de la vieja guardia del Cártel de Sinaloa. Este evento ha sacudido tanto a México como a Estados Unidos, sugiriendo una traición interna dentro de la organización criminal.
Fuentes cercanas a la investigación confirman que “El 27”, un hombre de confianza de Los Chapitos, desempeñó un papel clave en la captura de Zambada. El secuestro ocurrió el 25 de julio, cuando “El Mayo” fue convocado a una reunión en el rancho Huertos del Pedregal, ubicado en las afueras de Culiacán. Lo que parecía ser un encuentro de rutina con Joaquín Guzmán López, hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán, y otras figuras del cártel, se transformó en una emboscada meticulosamente planificada.
Durante la reunión, Zambada fue llevado a una sala aislada, donde fue atacado por un grupo de hombres liderados por “El 27”. Según la declaración de Zambada, fue sometido, encapuchado y esposado, antes de ser trasladado a una pista de aterrizaje cercana. Desde allí, fue transportado a Estados Unidos en un avión privado, en lo que él describió como un secuestro.
La Fiscalía General de la República (FGR) ha confirmado que se están recopilando pruebas sobre el lugar de despegue del avión y el rancho donde ocurrieron los hechos, para confirmar la participación de “El 27” en la operación que culminó con la entrega de Zambada a las autoridades estadounidenses.
Jorge Humberto Figueroa Benítez, alias “El 27”, ha sido identificado en múltiples ocasiones como uno de los principales operadores de seguridad de Los Chapitos. Su implicación en el secuestro de Zambada no es su único vínculo con el crimen organizado. Documentos judiciales presentados en una corte federal del Distrito Sur de Nueva York lo acusan de liderar un grupo de sicarios conocidos como “Los Ninis”, un equipo de violencia extrema que actúa bajo las órdenes directas de Iván Archivaldo y Jesús Alfredo Guzmán Salazar.
La trayectoria de “El 27” lo ha convertido en un objetivo de alto valor para las autoridades estadounidenses, que han ofrecido una recompensa de un millón de dólares por información que conduzca a su captura. Además de su papel en la seguridad de Los Chapitos, se le acusa de coordinar operaciones de tráfico de fentanilo y otros narcóticos hacia Estados Unidos, así como de participar en actos de violencia extrema.
La FGR continúa investigando para esclarecer todos los detalles y determinar la responsabilidad exacta de los involucrados en este suceso, que podría marcar un punto de inflexión en la historia del narcotráfico en México.
