Con la intención de que el estrés sea reconocido como una enfermedad de trabajo, la diputada Macarena Chávez Flores, del PRD, ha propuesto adicionar los artículos 476-Bis y 476-Ter a la Ley Federal del Trabajo, así como reformar el artículo 487 de dicha legislación.
El proyecto de la diputada, que ha sido turnado a la Comisión de Trabajo y Previsión Social, busca garantizar que los trabajadores que sufran un riesgo laboral tengan derecho no solo a asistencia médica y quirúrgica, sino también a tratamiento psicológico y psiquiátrico.
En su exposición de motivos, Chávez Flores destaca que el estrés laboral es un fenómeno cada vez más común y con repercusiones significativas en la salud física y psicológica de los trabajadores. Subraya que los problemas de salud relacionados con el estrés han aumentado debido a los cambios radicales en las características del trabajo en las últimas décadas.
“En el pasado, la mayoría de los empleos requerían principalmente fuerza física, pero hoy en día exigen un esfuerzo mental considerable, así como un desgaste emocional. Esto se agrava con el incremento del ritmo de trabajo, donde un menor número de empleados debe alcanzar iguales o mayores resultados”, explica la diputada.
Chávez Flores hace hincapié en la importancia de estudiar las consecuencias del estrés crónico en los trabajadores y sus familias, y cómo afecta su bienestar físico y mental. La reforma propuesta busca proteger a los empleados cuyas dolencias no encajan en las enfermedades descritas en la tabla actual, ya que el estrés a menudo presenta síntomas cambiantes, lo que complica su diagnóstico y tratamiento.
La legisladora subraya que la iniciativa también pretende evitar la saturación del sistema judicial con demandas innecesarias, protegiendo así la integridad y la seguridad social de los trabajadores.
La propuesta establece que el estrés laboral será reconocido como una enfermedad de trabajo si dos dictámenes médicos consecutivos y consistentes así lo determinan. Estos dictámenes deben demostrar que el paciente no ha interrumpido su incapacidad laboral, y que su sintomatología corresponde al estrés laboral.
Además, se aclara que estos dictámenes deben ser objetivos y éticos, y cualquier falta de ética médica en su emisión será sancionada conforme a las leyes aplicables.