La crisis política en Venezuela se profundiza tras los recientes acontecimientos relacionados con las elecciones presidenciales del pasado 28 de julio. El Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) solicitó al Consejo Nacional Electoral (CNE) la entrega de las actas de escrutinio, en las que Nicolás Maduro fue reelegido presidente entre denuncias de fraude por parte de la oposición.
La autoridad electoral confirmó a Maduro como presidente reelecto con el 51.95% de los votos, frente al 43.18% del opositor Edmundo González Urrutia, con el 96.87% de las actas contabilizadas.
El Secretario de Estado de los Estados Unidos, Antony Blinken, expresó su preocupación por la seguridad de la opositora María Corina Machado y el candidato Edmundo González, condenando la violencia y represión política. Costa Rica y Ecuador se unieron a Perú y Estados Unidos en el reconocimiento de González como presidente electo, mientras Nicaragua ratificó el triunfo de Maduro.
Argentina, Chile, Panamá, República Dominicana y Uruguay no aceptan la relección de Maduro, mientras Brasil, México, Colombia y la Unión Europea han solicitado transparencia en los resultados.
La Sala Electoral del TSJ, en respuesta a una solicitud de Maduro, pidió al CNE las actas de escrutinio y totalización, así como las de adjudicación y proclamación del triunfo de Maduro. La oposición rechaza esta acción, considerando que el TSJ no tiene competencia en este asunto.
Maduro instó a González a presentarse ante el TSJ tras su ausencia en la audiencia convocada para investigar los resultados electorales. El presidente del CNE, Elvis Amoroso, reafirmó a Maduro como presidente electo y denunció ataques cibernéticos masivos que retrasaron la transmisión de actas y la divulgación de resultados.
La Plataforma Unitaria Democrática (PUD) desconoció los resultados oficiales y proclamó a González como presidente electo, alegando que obtuvo el 70% de los votos según actas publicadas en una página web privada. Jorge Rodríguez, presidente de la Asamblea Nacional, calificó de falsas las actas presentadas por la oposición y denunció un plan para desestabilizar al país.
Maduro alertó sobre un presunto plan de atentado en Caracas liderado por grupos opositores y llamó a las fuerzas de seguridad a proteger la ciudad. La oposición convocó a una manifestación que coincide con una marcha oficialista.
El conflicto ha llevado a la ruptura de relaciones diplomáticas de Venezuela con varios países, y el gobierno venezolano acusa a Estados Unidos de liderar un golpe de Estado. Las oficinas de María Corina Machado en Caracas fueron asaltadas, en un ambiente de creciente tensión y violencia.