Una nueva revisión de estudios publicada en la revista Addiction encontró que las mujeres embarazadas que usan cannabis tienen más probabilidades de tener un parto prematuro y un bebé de bajo peso al nacer.
La revisión, que incluyó la evaluación de casi 13 millones de infantes, encontró que las mujeres embarazadas que usaban cannabis tenían 1.5 veces más probabilidades de tener un parto prematuro en comparación con aquellas que no consumían durante el embarazo. Además, el riesgo de tener un bebé de bajo peso al nacer era más del doble para las mujeres que usaban cannabis.
La investigación también encontró que los recién nacidos expuestos al cannabis tenían más del doble de probabilidades de requerir admisión en una unidad de cuidados intensivos neonatales (UCIN) en comparación con los no expuestos.
Los investigadores advierten que la exposición al THC, el principal constituyente psicoactivo del cannabis, puede atravesar la placenta y afectar al feto, uniendo receptores en el cerebro fetal.
La investigación ofrece noticias alentadoras en el sentido de que la exposición al cannabis durante el útero no se asoció con un mayor riesgo de defectos de nacimiento, muerte dentro del primer año ni muerte por síndrome de muerte súbita infantil (SIDS).
Sin embargo, los investigadores señalan que el aumento global en el uso de cannabis entre mujeres en edad reproductiva también se extiende a las mujeres embarazadas. El estudio destaca la importancia de concientizar sobre los riesgos asociados con el consumo de cannabis durante el embarazo y subraya la necesidad de más investigación sobre este tema.