El líder supremo de la República Islámica de Irán, el ayatola Alí Khamenei, ha ordenado un ataque contra Israel en represalia por el asesinato de Ismail Haniyeh, líder del grupo Hamás. Esta decisión se tomó en una reunión de emergencia del Consejo Supremo de Seguridad Nacional de Irán, según un informe del New York Times que cita a tres fuentes iraníes, incluyendo a dos miembros de la Guardia Revolucionaria.
Hamás confirmó la muerte de su líder, Ismail Haniyeh, en Teherán. Khalil Al-Hayya, jefe adjunto de Hamás en Gaza, declaró que un misil había alcanzado y matado directamente a Haniyeh en la capital iraní. Este evento ha provocado una escalada de tensión en la región, con Irán responsabilizando a Israel del ataque.
El ayatola Alí Khamenei emitió la directiva de atacar a Israel durante una reunión urgente del Consejo Supremo de Seguridad Nacional de Irán. Según las fuentes citadas por el New York Times, Khamenei afirmó que la muerte de Haniyeh no quedaría sin respuesta y que las fuerzas iraníes debían prepararse para una acción inmediata contra objetivos israelíes.
Ismail Haniyeh, quien fue primer ministro de la Autoridad Nacional Palestina, es una figura prominente en Hamás, organización considerada terrorista por Israel y Estados Unidos. Su muerte en Teherán marca un punto de inflexión en las ya tensas relaciones entre Irán e Israel. La orden de Khamenei de atacar a Israel podría desencadenar una serie de eventos que aumenten la violencia en la región.
La comunidad internacional ha expresado preocupación por el aumento de la tensión entre Irán e Israel. La ONU ha hecho un llamado a la calma y ha instado a ambas partes a evitar acciones que puedan conducir a una escalada del conflicto.
Estados Unidos, por su parte, ha reafirmado su apoyo a Israel y ha condenado el ataque contra Haniyeh, calificándolo como un acto de terrorismo. La muerte de Ismail Haniyeh y la respuesta inmediata del ayatola Alí Khamenei subrayan la fragilidad de la paz en el Medio Oriente. Con la orden de atacar a Israel, Irán ha dejado claro que no tolerará lo que percibe como agresiones en su territorio.