El Instituto Nacional de Migración de Guatemala anunció este lunes que ha concedido el estatus de permanencia por razones humanitarias a 207 mexicanos, en su mayoría niños, niñas y adolescentes, que buscaron asilo en el país debido al temor causado por grupos del crimen organizado.
En una rueda de prensa, Danilo Rivera, director de Migración, informó que el estatus humanitario tiene una validez de 30 días. Tras este período, los beneficiarios tendrán la opción de solicitar, si así lo desean, un estatus regular adicional, como refugio o asilo.
Se reportaron al menos 44 unidades familiares afectadas. Rivera señaló que diversas organizaciones nacionales e internacionales están colaborando para proporcionar apoyo a los refugiados, incluyendo agua, alimentos y otros suministros esenciales.
Desde el domingo 21 de julio, cientos de mexicanos que residían en varias comunidades del municipio de Amatenango la Frontera, en Chiapas, al sur de México, se vieron obligados a huir de su país debido a enfrentamientos armados entre grupos de narcotraficantes que disputan el control de la región.
Una mujer de 42 años, que prefirió no revelar su identidad por razones de seguridad, relató a The Associated Press que escapó de su comunidad junto a sus cuatro hijos. «Con las balaceras, no podía salir de mi casa para buscar comida; imagínese cómo podía alimentar a mis hijos pequeños», expresó entre lágrimas. «No sabemos cuánto tiempo más durará esta situación ni si podremos regresar», añadió.
Mujeres, niños, hombres y ancianos encontraron refugio en la comunidad de Ampliación Nueva Reforma, en el municipio de Cuilco, en el departamento de Huehuetenango, del lado guatemalteco de la frontera. Muchos de ellos contaban con familiares en la zona, mientras que otros se alojaron en la modesta escuela local.
La comunidad local les brindó asistencia, y los maestros y autoridades del lugar se organizaron para recolectar alimentos hasta que el jueves llegó la ayuda gubernamental.
Más de 100 efectivos del ejército y la policía están encargados de la seguridad en la comunidad y en la zona fronteriza.
El Cártel de Sinaloa y el Cártel de Jalisco Nueva Generación, que mantienen una violenta confrontación en varios puntos de México, llevan más de un año en disputa, especialmente en la zona fronteriza con Guatemala, por el control de las rutas de tráfico de migrantes, drogas y armas.
Miles de mexicanos han huido desde el sur en busca de refugio debido a la violencia de los grupos del narcotráfico y los continuos enfrentamientos que han dejado numerosos muertos y desaparecidos.
Con información de AP