Refuerzan la seguridad en Culiacán con la llegada de 200 militares tras la captura de ‘El Mayo’

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Un contingente de aproximadamente 200 efectivos del Ejército ha sido desplegado en Culiacán, Sinaloa, para intensificar la seguridad en la región tras la captura de los narcotraficantes Ismael ‘El Mayo’ Zambada y Joaquín Guzmán López, hijo de Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán.

El domingo 28 de julio de 2024, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) informó que se han movilizado 200 soldados pertenecientes al Cuerpo de Fuerzas Especiales y a la Brigada de Fusileros Paracaidistas del Ejército Mexicano en Culiacán. Este refuerzo se suma a los 200 efectivos adicionales enviados el viernes pasado para asegurar la estabilidad en la localidad.

Los militares llegaron al Aeropuerto Internacional de Culiacán en dos aviones, uno de la Guardia Nacional y otro de la Fuerza Aérea Mexicana, con el objetivo de contrarrestar las actividades ilegales de las organizaciones criminales en la región. Además, la Sedena destacó que este despliegue busca mantener la libertad, el orden y la paz pública para los residentes de la zona.

Las unidades de Fuerzas Especiales y Fusileros Paracaidistas se distinguen por su rapidez, movilidad y capacidad de despliegue, lo que les permite aprovechar eficazmente la inteligencia disponible y contar con una amplia gama de armamento, equipo y entrenamiento especializado.

La Sedena también subrayó que el personal militar llevará a cabo su labor con determinación, realizando tareas de disuasión, prevención, patrullaje y establecimiento de puestos de seguridad para garantizar un entorno tranquilo para la población.

Este despliegue coincide con la captura de ‘El Mayo’ Zambada y Guzmán López el jueves cerca de El Paso, Texas, en Estados Unidos. Zambada enfrenta cargos en EE.UU. por tráfico de diversas drogas, armas, lavado de dinero, asesinato y secuestro, y posee cuatro órdenes de arresto en México. Por su parte, Guzmán López está acusado de tráfico de cocaína, fentanilo, heroína y metanfetaminas.

La detención de Zambada, por quien el Departamento de Justicia ofrecía una recompensa de 15 millones de dólares, también ha generado gran interés debido a que ocurre a tres meses de las elecciones presidenciales en Estados Unidos, donde el tráfico de fentanilo desde México y el poder de los cárteles mexicanos han sido temas destacados.

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