Guatemala se prepara para un cambio de gobierno el próximo 14 de enero, cuando el economista Bernardo Arévalo asuma la presidencia del país. Arévalo, del partido Movimiento Semilla, ganó las elecciones presidenciales del pasado 20 de agosto con una amplia mayoría, pero su gobierno se enfrentará a una serie de retos importantes.
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Combatir la corrupción
Uno de los principales retos de Arévalo será combatir la corrupción, que ha sido un problema endémico en Guatemala durante décadas. El país ocupa el puesto 157 de 180 en el Índice de Percepción de la Corrupción de Transparencia Internacional, y la Fiscalía General de la República está siendo investigada por el presunto encubrimiento de actos de corrupción.
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Arévalo ha prometido que su gobierno será transparente y que luchará contra la impunidad. Sin embargo, tendrá que enfrentar la resistencia de los sectores corruptos, que se han beneficiado del sistema actual.
Impulsar la economía
Guatemala es uno de los países más pobres de América Latina, y la pandemia de COVID-19 ha agravado la situación. Arévalo ha propuesto un plan de reactivación económica que incluye inversiones en infraestructura, educación y salud. Sin embargo, tendrá que lidiar con la deuda pública del país, que es una de las más altas de la región.
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Abordar la violencia
Arévalo también tendrá que abordar la violencia, que es un problema generalizado en Guatemala. El país tiene una de las tasas de homicidios más altas del mundo, y la mayoría de los crímenes quedan impunes. Arévalo ha prometido que su gobierno trabajará para reducir la violencia, pero tendrá que enfrentar la resistencia de las pandillas y otros grupos criminales.
En general, Arévalo asume la presidencia de Guatemala con una serie de retos importantes. Sin embargo, también tiene la oportunidad de realizar cambios positivos en el país. Su éxito dependerá de su capacidad para unir a los guatemaltecos y de su compromiso con la lucha contra la corrupción, la pobreza y la violencia.