El breakdance, un estilo de baile urbano con raíces en la cultura del hip-hop estadounidense de los años 70, se prepara para hacer historia en los Juegos Olímpicos de París 2024.
Este estilo, conocido por sus movimientos acrobáticos y su conexión profunda con la música y el ritmo, se popularizó inicialmente en las vibrantes fiestas del barrio del Bronx en Nueva York.
En las competiciones de breakdance, que tendrán lugar tanto en la categoría masculina como femenina, 16 B-Boys y 16 B-Girls competirán en batallas individuales llenas de energía y creatividad. Utilizando movimientos característicos como los ‘windmills’, el 6-step y las congelaciones, los atletas improvisarán al ritmo de los DJ, buscando impresionar a los jueces y ganar las primeras medallas olímpicas otorgadas en esta disciplina.
El breakdance hizo su primera aparición olímpica en los Juegos de la Juventud de Buenos Aires en 2018, donde capturó la atención global con su espectacularidad y originalidad. Desde entonces, su inclusión en los Juegos Olímpicos de París 2024 como deporte oficial ha sido celebrada por la comunidad del hip-hop y los aficionados al deporte en general.
Este movimiento destaca no solo por su destreza física y técnica, sino también por su capacidad para unir a personas de diferentes culturas y trasfondos, representando un fenómeno global que trasciende las fronteras. Con su llegada a los Juegos Olímpicos, el breaking se consolida como un arte competitivo que mezcla la tradición con la innovación, listo para dejar su marca en la historia olímpica moderna.