La Ciudad de México inició el desalojo de migrantes que se encontraban en situación de calle en diversos puntos de la capital. Los operativos, encabezados por el Instituto Nacional de Migración (INM), se llevaron a cabo este sábado, 11 de noviembre, en los campamentos localizados en la avenida Insurgentes Norte y la Calle Fortuna, así como en la Central de Autobuses del Norte.
Albergues de migrantes saturados
Según datos de albergues como Casa Tochán y Cafemin, junto con el Programa Casa Refugiado y Fundación Humano y Libre Venezuela Somos Todos, los centros de ayuda han llegado a su tope de capacidad contabilizando hasta mil 500 refugiados, de los cuales alrededor de 300 son menores de edad. Destacan cubanos, haitianos, salvadoreños, hondureños, venezolanos y hasta provenientes de Afganistán.
Llevados a otros estados
El INM aseguró que los migrantes serían llevados a los estados de Chiapas y Tabasco en autobuses, pero los afectados comenzaron a desconfiar de los agentes pues temen que las familias sean separadas. Ante estas reacciones, los funcionarios públicos aseguraron que no había que sentirse mal pues solo se trataba de un rescate humanitario pues no estaban viviendo en condiciones decentes.
Sin embargo, vecinos de la Central de Autobuses del Norte denunciaron que presuntamente los agentes habían llegado de forma violenta y destruyendo sus casa de campaña a tal grado que varios salieron huyendo del lugar.
Hasta el momento se desconoce cuál es el verdadero paradero de todos aquellos migrantes que fueron desalojados de sus campamentos en la Ciudad de México, pero se presume que fueron trasladados a la ciudad de Villahermosa, Tabasco.